Buen periodismo de siempre
La entrega de los Premios Ortega y Gasset 2005 se convirtió ayer en una reivindicación del 'buen periodismo de siempre', como lo definió el presidente del Grupo Prisa, Jesús de Polanco. En un acto que congregó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid a personalidades del mundo periodístico, político, cultural y empresarial, el diario El País distinguió con sus premios trabajos informativos relacionados con los atentados del 11-M, a cuyas víctimas se recordó anoche, y con el combate a la corrupción en América Latina.
El periodista Pablo Torres (Toledo, 1954) obtuvo el premio en la categoría de información gráfica por la fotografía de los primeros momentos tras las explosiones de los trenes en la calle Téllez. En la imagen, portada en varios periódicos, se ve a numerosos heridos saliendo de los trenes o tendidos en las vías y recibiendo ayuda.
También en relación a este atentado trabajaron las periodistas Rosana Lanero y Leticia Álvarez, premiadas en la categoría de mejor labor informativa por su investigación en el diario El Comercio de Gijón sobre el origen de los explosivos utilizados en los trenes. Las informaciones sirvieron para conocer la identidad de implicados en el atentado y para sacar a la luz una compleja trama de tráfico de explosivos.
El premio al mejor trabajo de investigación fue para Giannina Segnini, Ernesto Rivera y Manuel Herrera, del diario La Nación, de Costa Rica. Estos periodistas informaron sobre 'una continuada situación de corrupción y abuso de poder' por los casos conocidos como proyecto Finlandia y caso Alcatel. A raíz de las informaciones se abrió un proceso judicial contra los ex presidentes Rafael Calderón y Miguel Ángel Rodríguez y altos funcionarios de ese país.
Jesús de Polanco defendió que los avances tecnológicos no impiden que sigan vigentes los grandes pilares del periodismo: los 'valores tradicionales de la independencia y autonomía, el respeto por los hechos, la defensa de las opciones y el rigor informativo'. Cerró el acto el historiador Santos Juliá, quien disertó sobre la evolución de los papeles de intelectuales y periodistas, desde el 'intelectual universalista, omnisciente' al actual 'observador crítico'.
El acto congregó a personalidades de distintos ámbitos. Desde la Administración, los ministros de Justicia, Juan Fernando López Aguilar; de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, así como el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. La vicepresidenta del Congreso Carme Chacón; el secretario de organización del PSOE, José Blanco; el histórico líder comunista Santiago Carrillo y el líder de UGT, Cándido Méndez, fueron otras caras del mundo político y sindical. Del campo de la empresa, presidentes como Fernando de Ybarra (Vocento), Petra Mateos (Hispasat), Rodolfo Martín Villa (Sogecable) o Juan Miguel Villar Mir (grupo Villar Mir) y el consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. De la cultura y la comunicación, el presidente de la Agencia Efe, Álex Grijelmo; el director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina; el presidente del Instituto Elcano, Gustavo Suárez Pertierra; y el productor de televisión Valerio Lazarov, entre otros.