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CincoSentidos

Hacia un golf sin racismo ni sexismo

Los rectores del circuito americano de Golf (PGA Tour) han dado otro paso hacia la igualdad de géneros tras convenir que todos aquellos clubes que deseen acoger algún torneo de su calendario de competición deberán estar abiertos a la admisión de socios femeninos y masculinos, así como a jugadores de todas las razas.

Sólo los grandes torneos -el Masters, el US Open, el British y el US PGA- están exentos de cumplir con esta exigencia al ser organizados por diferentes clubes o asociaciones externas al PGA Tour.

El Augusta National Golf Club sigue sin admitir mujeres como miembros de pleno derecho, aunque no tiene inconveniente que algunas jueguen como invitadas de un socio. Mientras, tanto el Royal & Ancient de Saint Andrews como la PGA estadounidense, organizadores de los otros tres grandes que mantienen carácter itinerante al cambiar cada año de escenario, no tienen ningún inconveniente en llevar a sus respectivos torneos a campos en los que pueda existir una discriminación por razones de raza, sexo, religión o nacionalidad.

La mayoría de campos que son sede de los torneos del PGA Tour pertenecen a clubes privados o semiprivados que se rigen por sus propios estatutos. El circuito estadounidense pretende que esta medida contribuya a una popularización del golf. El comisionado del circuito americano, Tim Finchem, quiere aprovechar el tirón que vive su deporte desde la aparición de Tiger Woods y de Vijay Singh, los dos primeros jugadores de la clasificación mundial, que no son de raza blanca, para popularizar el golf.

'Tenemos a estos dos grandes golfistas, que han contribuido a cambiar la idea que mucha gente tenía sobre este deporte. Los niños ven en ellos a dos estrellas, dos ejemplos, y nosotros tenemos la obligación de ayudar a que todos tengan la posibilidad de conocer nuestro deporte', explica Finchem, que considera que deben existir más campos públicos, aunque no carga contra los privados que igualmente desempeñan su labor, si bien está en contra de cualquier discriminación y alaba que cada día son más los colegios que incluyen el golf como actividad deportiva.

Los clubes han aceptado la norma del PGA Tour, pero deberá transcurrir un tiempo para que se pongan al día. Sólo el 26% de las entidades privadas y el 46% de las semiprivadas aceptaron revelar si sus estatutos permitían la pertenencia a la sociedad de miembros de ambos sexos. La cuestión racial es todavía más complicada, ya que sólo el 5% contestó sobre si admitían socios de otras razas que no fueran la blanca.

En EE UU, el 83% de los jugadores son hombres y un 17% de mujeres. En España los datos no reflejan tanta diferencia: el 67% son hombres frente al 33% de mujeres. A ello ha contribuido que no se ha establecido discriminación por sexo en ningún club.

'A partir de ahora, en los nuevos contratos entre el PGA Tour y los clubes que ceden su campo para la celebración de un torneo, se incluirán especificaciones contra cualquier discriminación', según Bob Combs, portavoz de la asociación de jugadores que organiza el circuito americano. Ninguna entidad ha considerado la posibilidad de renunciar a ser sede de un torneo ante estas nuevas exigencias, lo que contribuirá a derribar viejas barreras.

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