El precio del petróleo y las inversiones
El último boom de los precios del petróleo no ha llevado, finalmente, a las petroleras a invertir sus beneficios en cosas como alimentos para animales o mobiliario de oficina, como hicieron BP y Mobil, respectivamente, en los setenta. De hecho, las compañías han sido colocadas bajo el punto de mira de la Agencia Internacional de Energía esta semana por no destinar suficiente dinero a nuevos proyectos, incluso en su propio sector (...).
Las mayores petroleras citan muchas razones para no meterse a fondo en nuevas inversiones. Por ejemplo, sus limitaciones en la capacidad de gestión y un deseo de no diluir sus magníficas tasas de beneficio de este momento. Pero el principal factor es el riesgo de que un hundimiento de los precios haga naufragar proyectos de largo plazo y altos costes. Este temor es comprensible, dada la volatilidad de un precio del petróleo que estuvo en mínimos de 10 dólares hace cinco años y que podría volver a desplomarse de nuevo, dependiendo de en qué medida decidan aumentar su oferta del crudo más barato del mundo los países de Oriente Próximo de la OPEP (...).
El problema real no es el mercado en sí mismo, sino el hecho de que las fuentes más baratas de este producto están bajo el control de un cartel.