Plástico para bolsillos veinteañeros
La banca ofrece a los jóvenes tarjetas más baratas y con descuentos en cine, conciertos y gasolineras
Su público objetivo no ofrece un gran potencial económico. El consumo que realizan no los convierte en segmento preferente de los bancos y las cajas. Sin embargo, si existe un cliente al que la banca destina cada vez más productos y servicios específicos son los jóvenes. Los usuarios de menor edad de la banca han abierto el apetito de las entidades que no dudan en ofrecer como reclamo productos que fidelicen estos clientes como entradas a espectáculos y descuentos en tiendas.
Aunque la oferta para los jóvenes abarca una amplia gama de instrumentos financieros, las tarjetas constituyen el primer eslabón de la cadena de fidelidad. Hoy quizás es un medio de pago, pero mañana puede ser un crédito para los estudios, al que puede seguir, ojalá, un préstamo hipotecario para su primera casa. Con este pensamiento comercializan las entidades tarjetas para todos los gustos.
La Visa Jeans, la tarjeta 40 Principales, la Blue Joven, la Visa Pop, la 4B Mastercard 20 o la del movimiento Coca Cola, la Ibercaja Joven o la Tarjeta Clic son ejemplos de las señas de identidad que presentan estos plásticos, que en muchos casos se asocian a un evento, entidad o programa específico para los jóvenes como las de las universidades o los programas de radio. 'Tener el privilegio de recibir entradas gratuitas a conciertos antes que otros en el caso de la tarjeta 40 o disponer de un libro de albergues son las opciones que ofrecen las distintas tarjetas, y cada uno elige la que mejor se adapta a sus gustos o sus necesidades', explica Victoria Matía, directora de banca electrónica de La Caixa.
Pero además de denominaciones y diseños más acordes con el público al que se dirigen, estos plásticos tienen sus propias características.
Enfocadas a un segmento de población de entre 14 y 26 años -algunas entidades extienden el público objetivo hasta los 28 o los 30 años, como Banco Pastor o Bancaja-, estas tarjetas se caracterizan por tener una cuota anual inferior al resto -descuentos de hasta el 50% e incluso gratuitas- y por llevar asociada una oferta de ocio, así como descuentos en viajes, cines, teatros, museos, estaciones de servicio y promociones que se utilizan como gancho para captar a este público. æpermil;ste es el caso de las tarjetas 40 Principales y Jeans de La Caixa, que por estar incluidas en un programa específico que ha diseñado esta caja, LKXA, ofrecen descuentos del 5% en entradas de cine, acontecimientos deportivos y espectáculos, en carburante y en Renfe, entre otras.
Y es que las necesidades y preferencias de este segmento son distintas al resto. Según datos de La Caixa, mientras que el mayor gasto con tarjeta se corresponde habitualmente con el ramo de la alimentación, en este segmento equivale al textil.
Caja Madrid, el Santander y BBVA también cuentan con una amplia oferta de plásticos para los jóvenes. En los dos primeros casos, al tener medios de pago vinculados a universidades disponer de una de estas tarjetas facilita el pago de los cursos y la matrícula del cliente. Aunque muchas instituciones ofrecen esta tarjetas sin obligar al titular a ser cliente de la entidad, serlo permite el acceso a otros productos del banco en condiciones ventajosas. Algo que también ofrecen las tarjetas Blue de BBVA.
Otro añadido que muchas entidades incorporan son los carnés jóvenes, que van asociados a una tarjeta. Con esta doble vertiente, el titular se beneficia, por una cuota anual de unos siete euros -que cobran los distintos institutos de la juventud autonómicos- de precios especiales en espectáculos, museos y viajes más económicos y a la vez dispone de un medio de pago.
En algunos casos, se permite el pago de billetes urbanos de transporte con estas tarjetas. Así sucede con la Unicaja UMA Maestro, o con algunas del Santander, que haciendo gala de su condición de tarjeta monedero permite abonar algunos servicios y acceder a distintas áreas universitarias restringidas para el público en general.
Un móvil para acercarse a los '+ jvens'
'Ackrs a ls + jvns'. Este lenguaje, que muchos considerarán incomprensible, es el gancho que utiliza La Caixa para lograr su objetivo: acercarse a los más jóvenes. Por esta razón, la entidad ha creado un programa -denominado LKXA, que desde enero ha captado más de 500.000 jóvenes- que, basándose en la jerga que los jóvenes utilizan para enviar mensajes por el móvil, aúna descuentos, sorteos y una amplia oferta de productos y servicios tanto financieros como no financieros. Entre las ventajas que ofrece este programa es que todas las tarjetas se benefician de descuentos del 5% en muchos espectáculos, transportes y participan en un sorteo de becas. DVIERTT!, uno de los epígrafes de este servicio, permite que todos aquellos que compren entradas en los cajeros Servicaixa estén exentos de abonar comisión. MUEVT! incorpora ofertas en carburantes, Busko 1 TXO ofrece una libreta vivienda con ventajas fiscales para ayudar a la futura compra de una casa y así un largo etcétera. 'Para beneficiarse de estas ventajas basta tener un móvil para recibir la información y una tarjeta que permita sacar partido a los descuentos', señala Victoria Matía, directora de banca electrónica de La Caixa.No es ésta la única entidad que liga los servicios del móvil a una tarjeta. Caja Madrid y Santander ofrecen un sistema de pagos a través de teléfonos móviles a todos los titulares de sus tarjetas. Mobipay permite entre otras funciones, recargar el teléfono móvil de prepago, consultar el saldo y los últimos movimientos de las tarjetas y pagar con seguridad en internet y en los comercios que admitan este sistema, como ya sucede en taxis, máquinas de vending y otros establecimientos. El alta del servicio es gratuita.