Más tecnología y contención de costes para elevar la competitividad
Los empresarios confían más en la innovación que en la reducción de precios o la deslocalización como fórmula para ser más competitivos
La pérdida de optimismo de los empresarios para el medio plazo va pareja a un temor creciente por la pérdida de competitividad, tanto en el mercado interior como en el externo. De hecho, las estimaciones para el futuro más pesimistas se centran en la marcha de las exportaciones, donde todos los sectores hacen una valoración muy inferior a 5 (3,9 puntos sobre 10), y donde la construcción, el comercio y los servicios no llegan a cuatro puntos. Por ello, la sexta oleada del Barómetro Empresarial Cinco Días-Metroscopia ha preguntado por las condiciones necesarias para mejorar la competitividad empresarial.
La primera solución de gestión para mejorar los niveles de competitividad, con una nota de 7,36 sobre 10, es un incremento notable en el grado de inversión en nuevas tecnologías, con una respuesta muy homogénea por sectores, pero curiosamente algo más elevada en construcción y servicios, donde el recorrido de la productividad por uso tecnológico es más limitado. En la industria, sin embargo, la nota es de las más bajas.
En segundo lugar, aparece la búsqueda de nuevos sectores o nichos de negocio, con la innovación en diseño de nuevos productos, con una calificación de 7,08 sobre 10, y con presencia ligeramente superior en las empresas industriales, donde la competencia internacional es más estrecha.
Como tercera fórmula a utilizar para mejorar la competitividad de la economía en general y de las empresas en particular se menciona la contención global de los costes, con una especial mención dedicada a los salarios.
Esta solución recibe una aprobación de 6,5 sobre 10, con presencia más elevada en construcción e industria, precisamente donde la competencia actual es más cerrada. En los servicios, esta posibilidad obtiene la nota más baja: 5,93 de 10 posibles.
La sigue la necesidad de reducir los precios de los bienes y servicios producidos, con una nota de 5,26 puntos, pero ya alejada de la necesidad de incrementar la capacidad tecnológica. Tiene cierto sentido que los empresarios consideren que la solución está en una serie de variables antes que en la reducción de sus propios márgenes de negocio, si bien es cierto que los más abiertos a la competencia, tanto interna como externa, ya han experimentado en los últimos años cierto recorrido a la contracción de márgenes vía precios finales.
El recurso a la deslocalización
La solución con menos crédito entre los empresarios, de las cinco planteadas para mejorar la competitividad, es optar por la deslocalización. La calificación obtenida por esta opción es de 5,06 puntos sobre 10, pero siempre después de incrementar la utilización tecnológica, innovar en mercados y productos o recortar los costes de producción. Precisamente las actividades más pegadas al terreno, menos susceptibles de deslocalizar producción y punto de venta, como los servicios y el comercio, son las que menos opciones aprecian en esta fórmula.
Temor creciente a una subida de tipos
Uno de los factores de riesgo apreciados por los empresarios y que han determinado su pesimismo para los próximos meses es el fantasma, cada vez más fundado, de una subida de tipos en Europa. Los empresarios consideran que sería 'un grave problema para la economía española', puesto que son precisamente los tipos bajos los que han catapultado a la actividad productiva en España en los últimos años. Los empresarios de la construcción son los que revelan una mayor preocupación por esta posibilidad, ya que el negocio inmobiliario está directamente ligado al precio del dinero. En cuanto a los efectos para su sector en particular, las empresas más preocupadas son también las de la construcción, con un 92% de sociedades muy preocupadas. El resto de los sectores aprecia menos nerviosismo, y desciende aún más si se pregunta por la situación concreta de sus compañías. Este descenso está directamente ligado al grado de endeudamiento de las empresas, que es elevado, pero en absoluto preocupante, tal y como reflejan todos los informes del Banco de España.
Grandes y pequeñas
La apuesta por la inversión en tecnología e innovación, así como la búsqueda de nuevos nichos de mercado, aparece como la primera opción en las empresas, independientemente de su tamaño, desplazando así a las soluciones tradicionales.