Pocas sorpresas en Telefónica
Telefónica no ha sorprendido, pero tampoco ha decepcionado. Este puede ser, en resumen, el sentir generalizado de las casas de Bolsa tras la cuarta conferencia con inversores que la operadora celebró el pasado lunes y martes en Barcelona.
Además de comunicar sus objetivos estratégicos para el período 2005-2008 (espera generar un flujo de caja libre acumulado de 36.000 millones de euros), Telefónica comunicó su decisión de renovar y ampliar el programa de recompra de acciones hasta 6.000 millones. A pesar de estos datos, los títulos de Telefónica, que esta semana ha celebrado su 80 aniversario en Bolsa, han cerrado la semana con una caída del 1,12%.
'A pesar de que no hayamos tenido novedades extremadamente relevantes, su presencia ante 400 analistas de todo el mundo ha servido para reafirmar su mensaje estratégico', según Alicia Jiménez, analista de Self Trade. 'Telefónica ha conseguido renovar su mensaje como compañía de alta calidad y elevada remuneración al accionista de cara a los próximos tres años', añade.
Self Trade mantiene su visión positiva sobre el valor tras la reunión, 'aunque sin variar el precio objetivo, que situamos en 14,9 euros por acción'.
También reafirma su valoración y consejo Goldman Sachs. 'Mientras que las noticias que deparó la conferencia fueron bastante positivas, no esperamos que las acciones de la operadora se comporten mejor que el mercado en el corto plazo y de ahí que mantenemos nuestro consejo de en línea'.
En la conferencia también se ha conocido que Telefónica, tras la compra de la checa Cesky, renuncia a la privatización de la operadora turca. Pese a ello, la agencia de calificación crediticia S&P ha comunicado esta semana que reitera la calificación de la compañía y confirma la perspectiva negativa de la deuda.
'La política financiera conservadora de Telefónica, fundamental para una calificación de grado A, es ahora menos prudente que el año pasado', explicaron fuentes de S&P en declaraciones recogidas por la agencia Bloomberg.