Royal Mail regala coches a sus empleados para que vayan a trabajar
El servicio de correos británico sorteará Ford Focus y viajes entre los trabajadores que no falten en 6 meses
La crisis del absentismo laboral en el Royal Mail ha llegado a tal extremo que el servicio de correos británico ha decidido incentivar a sus empleados ofreciendo coches a aquellos que cumplan seis meses de trabajo consecutivos sin darse de baja por enfermedad. La compañía estatal sorteará 34 coches modelo Ford Focus, además de bonos de viajes y escapadas de fin de semana. La oferta está abierta durante un periodo de cinco meses a partir del próximo mes de agosto y el coste para la compañía se calcula en 400.000 libras, unos 580.000 euros.
Royal Mail asegura que hay días que llegan a faltar al trabajo alrededor de 10.000 trabajadores de una plantilla total de 170.000 empleados. Pero la propuesta novedosa de incentivar a la plantilla no convence al sindicato de Correos, el CWU, cuyo director general adjunto, Dave Ward, la tacha de 'truco'. Ward afirmó que la compañía debía de atacar 'las raíces del problema', que él define como las malas condiciones laborales, los bajos sueldos y la falta de moral. 'No estamos en contra del sorteo de coches en sí, pero los regalos no van a conseguir una mejora del absentismo'.
Tony McCarthy, director de personal del Royal Mail, explicó que el sorteo se ofrecerá también a los directivos de la compañía, aunque de momento no se ha fijado una fecha. 'El absentismo representa un grave obstáculo a nuestros esfuerzos de mejorar el negocio', afirmó. McCarthy añadió que entre las iniciativas que la firma va a desarrollar para reducir el absentismo figura 'un contacto más estrecho con el personal que se dé de baja por enfermedad', con el objetivo de ayudarles a volver al trabajo. McCarthy no dio detalles de esta iniciativa.
El dirigente sindicalista Ward afirmó que en algunos casos los directivos del Royal Mail han llegado a telefonear diariamente a casa de los empleados que faltan al trabajo. 'Esto no crea un buen ambiente de trabajo', dijo.
El sindicato de Correos, que se caracteriza por una militancia extrema, es casi el único que a la ex primera ministra Margaret Thatcher no le dio tiempo de aplastar antes de abandonar su cargo en 1992.
Las únicas huelgas que se han conocido en Reino Unido en los últimos años han sido convocadas casi exclusivamente por el CWU. Al mismo tiempo, las protestas del público en contra de un servicio supuestamente deteriorado de Correos llegaron a levantarse hace alrededor de un año, tras la decisión de reducir el número de repartos de dos a uno solo por día.
La crisis económica que atravesaba hasta hace poco el Royal Mail se puso de manifiesto el año pasado, cuando un periódico consiguió infiltrar uno de sus reporteros en una oficina de Correos, donde descubrió que muchos de los empleados eran trabajadores temporales sin conocimientos adecuados del inglés. Entre ellos figuraba un refugiado casi analfabeto procedente de Mongolia.
En 2004 los máximos directivos de Correos renunciaron a cobrar sus bonus del año, pese a que la firma volvió a los números negros con un beneficio bruto de 220 millones de libras (320 millones de euros) en el año fiscal hasta el 31 de marzo, frente a un déficit de 197 millones de libras (295 millones de euros) en el mismo periodo de 2003.