Inversión sin fronteras
Los mercados están inundados de liquidez y en busca de oportunidades de inversión. Con este panorama y las dudas sobre la renta variable, los inversores españoles siguen viendo en el mercado inmobiliario una vía para mejorar su patrimonio y obtener beneficios. Las limitaciones del mercado español, todavía muy dominado por el segmento residencial, han llevado ya a muchas empresas a poner su mirada en los mercados exteriores, en países donde las rentabilidades son más altas y los mercados están más organizados, o en países emergentes, donde las revalorizaciones tienen mucho recorrido.
La tendencia que situaba a España como un país únicamente receptor, pero no emisor de capital inmobiliario está cambiando. Pero la queja del sector sigue siendo la falta de vehículos financieros de inversión colectiva que faciliten estos movimientos, y que ofrezcan a los inversores más oportunidades en mercados donde la oferta es mucho mayor que en España. Mientras no cambie la estricta normativa para los fondos inmobiliarios, el inversor español juega la baza internacional en desigualdad de condiciones.