'Hay que desdramatizar la ruptura del pacto'
Pese a que en los últimos meses el Gobierno ha roto el pacto con la industria farmacéutica y ha creado medidas como la rebaja de precios, Acebillo ve la situación con optimismo. Si bien estas medidas crean incertidumbre, dice que 'hemos vivido rupturas de pactos y no ha pasado nada'.
Jesús Acebillo, presidente de Novartis, quiere desdramatizar las medidas adoptadas en los últimos meses por la Administración. Para él, el futuro de la industria en España dependerá sustancialmente de la modificación que se llevará a cabo en los próximos meses en la Ley del Medicamento. Acebillo también habló de la actividad de su compañía en los nuevos mercados emergentes.
En los últimos meses el Gobierno ha roto el pacto con Farmaindustria, ha aprobado una rebaja de precios y una tasa sobre las ventas. ¿Cuál es su opinión sobre estas medidas?
Hay que desdramatizar el hecho de que la Administración haya optado por no firmar un pacto con la industria, pues, sencillamente, lo que ha pasado es que quiere utilizar unos procedimientos y unos estilos de interacción con nuestro sector distintos de los de administraciones anteriores. Esto ni es bueno ni es malo. Sencillamente es distinto, y el hecho de que dentro de esa forma distinta de interaccionar con nosotros no tenga previsto un contexto de pacto como el que había, vuelvo a insistir, no hay que dramatizarlo. Hay que asumirlo como la nueva realidad. Durante los periodos de pacto, se nos acusaba de ser un sector atípico porque acordábamos con la Administración unos retornos de la facturación. Ya no hay pacto y, por tanto, no somos tan atípicos. Con esto lo que quiero decir es que no hay que obsesionarse y que no hay que dramatizar el que no haya ningún pacto, ni muchísimo menos. La vida sigue y tenemos que mirar a largo plazo. Por otro lado, en el pasado hemos vivido rupturas de pactos y no ha pasado nada. Lógicamente, en los instantes en que eso ocurre se genera un cierto nivel de incertidumbre, pero la experiencia de los últimos años nos dice que los contextos siempre se suelen arreglar.
Pero, ¿qué repercusiones a largo plazo pueden tener las medidas antes mencionadas?
Lo que marcará las repercusiones a largo plazo va a ser el talante con el que se defina la Ley del Medicamento en los próximos meses. El hecho de que se haya roto un pacto o de que se haya aprobado una rebaja de precios va a pesar menos en el futuro de la industria que la nueva Ley del Medicamento. Todo depende de cómo se van a extrapolar estos cambios legislativos, con qué carácter, con qué tipo de misión; con qué prioridades se va a transponer la legislación farmacéutica europea a la española y con qué matices se va a desarrollar la nueva ley de precios de referencia.
También depende de si se va a ejecutar la reducción de precios del 2% el año que viene. No podemos dar por hecho que esto va a ocurrir, pues estamos a tiempo de que se lleven a cabo todas estas modificaciones legislativas.
Novartis ha creado un área de mercados emergentes que se controla desde España. ¿Podría hablarnos de este asunto?
Desde julio del año pasado ha habido una reestructuración en el grupo y se ha creado una nueva región, llamada de países emergentes, que está llevada desde España y que tiene como función manejar las actividades en unos 55 países localizados en cuatro continentes. Es una estructura geográfica que implica Asia, Oriente Próximo, Europa del Este y África. Estos países engloban al 77% de la población mundial: casi 5.000 millones de personas, que generan una riqueza del 33% del PIB y que consumen sólo el 10% de los fármacos.
Estos datos nos revelaron que esos países tienen unas realidades socioeconómicas y culturales radicalmente distintas. Esto fue lo que llevó a Novartis a agruparlos y desarrollar modelos de negocio y de interacción específicos para ellos. Hasta ese momento la industria farmacéutica actuaba con modelos de negocio similares, con independencia del país y aplicaba a zonas en vías de desarrollo los modelos de países desarrollados. Esto no iba bien y los países en vías de desarrollo dejaban de ser relevantes para las empresas y prácticamente no había interacciones comerciales con ellos. El drama de los países en desarrollo no es que la industria farmacéutica les esquilme, sino que la industria farmacéutica les ignore. Lo mejor que le puede pasar a un país en desarrollo es que las industrias se fijen en él porque va a generar riqueza.
Unas medidas que 'no ayudan' a atraer inversiones al sector
No hay duda, en opinión de Acebillo, de que las medidas adoptadas en España 'se pueden considerar de intervención, de unilateralidad y que tienen costos económicos significativos que no ayudan a la hora de atraer inversiones'.No obstante, considera que esta situación, al igual que en anteriores, se va a superar: 'Hace unos años tuvimos una reducción de precios del 6%, hemos tenido rupturas de pactos, y las cosas se han reconducido. Yo tengo la impresión, esto ya es personal, de que ahora todos los sectores involucrados y las administraciones están por la labor de querer establecer unos niveles de interacción más en positivo, en lugar de pactar'.