Bruselas intentará frenar el impacto de las importaciones textiles chinas
La Comisión Europea (CE) ha abierto formalmente una investigación sobre las importaciones masivas de nueve categorías de productos textiles de China, paso previo a la eventual adopción en la UE de medidas de salvaguarda.
Los nueve productos investigados son las camisas y polos, suéteres, pantalones de hombre, camisas y blusas de mujer, medias y calcetines, abrigos e impermeables, sujetadores, hilos de lino o de ramio y tejidos de estos dos materiales.
Cuatro países del sur (España, Italia, Francia y Grecia) han presentado además sendas peticiones formales para que este proceso se agilice, por la grave amenaza de daño irreparable que supone para la industria textil europea.
Liberalización del comercio
El problema se originó tras liberalizarse el comercio mundial de textiles, el pasado 1 de enero, lo que creó gran preocupación en muchos países que temían verse inundados por los productos chinos. De hecho, el gigante asiático exportó en 2004 a la UE textiles por un valor de 8.389 millones de euros, lo que representa la segunda partida más importante por detrás de la maquinaria.
Pero este año ya ha anunciado Pekín que exportará productos textiles por valor de 100.000 millones de dólares al resto del mundo, lo que supondrá un aumento de 5.000 millones respecto a 2004.
Más de 60 países pueden verse excluidos del mercado debido a la liberalización para dejar sitio a China, que pronto obtendrá el 50% del mercado, seguido de la India, en detrimento de Europa, lo que repercutirá en más de 100.000 pequeñas y medianas empresas del sector textil y de la confección.
España es el tercer productor europeo de textiles después de Italia y Alemania, con una producción valorada en más de 22.500 millones de euros, según los últimos datos estadísticos de Eurostat. Este sector emplea a más de 200.000 personas en España y a 3,3 millones en el conjunto de la UE.
Obstáculo para el desarrollo ordenado
Los números que maneja la Comisión Europea "parecen indicar que las importaciones de esos (nueve) productos pueden amenazar con obstaculizar el desarrollo ordenado del comercio", según destaca hoy el Diario Oficial de la Unión Europea.
En los tres primeros meses de este año, el aumento de las importaciones a los 25 países de la Unión de esos nueve textiles van del 51% (hilos de lino) hasta el 534% (suéteres). Este espectacular aumento, que representa en total 1.100 millones de euros, repercutió en que los precios de las camisetas bajasen, por ejemplo, en un 24%, y el de los suéteres, en un 47%.
Por esta razón la Comisión ha decidido abrir una investigación, el primer paso para poder imponer medidas de protección, aunque el proceso podría prolongarse hasta 150 días.
Los países del sur (Francia, España, Grecia e Italia) están especialmente interesados en limitar las exportaciones masivas de textil chino debido a la repercusión que también tiene en los países del Magreb, que puede provocar el cierre de numerosas empresas y, en consecuencia, aumentar la presión migratoria hacia Europa.
Otro argumento que podría explicar que las voces se hayan alzado especialmente en el sur es el gran número de empresas del norte de Europa radicadas en el mercado chino, lo que lleva a sus gobiernos a actuar con más cautela para no perjudicar sus intereses comerciales.
Si las investigaciones que ha abierto Bruselas demuestran un aumento de las exportaciones chinas capaz de desestabilizar los flujos comerciales, la UE pedirá a ese país que limite sus ventas, y si aún así no se corrige la situación, los 25 podrían activar las medidas de salvaguarda extraordinarias para restringir las importaciones previstas en el protocolo de adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Pekín ya ha reaccionado con furia ante esta posibilidad, y ha dicho que supone un intento inútil por reforzar el sector comunitario, y una violación del principio de libre intercambio y comercio justo.