Los bancos frenaron el año pasado la venta de su patrimonio inmobiliario
Los grandes bancos españoles han dado por zanjado el proceso de venta de inmuebles que se inició con sus fusiones en 1999 y provocó el cierre de oficinas y la venta de algunos de sus edificios emblemáticos. En 2004, la cartera inmobiliaria de la banca se cifraba en 3.347 millones de euros, tras bajar un 0,26% en el año.
La banca frenó el pasado ejercicio el descenso de su cartera inmobiliaria, algo que no había ocurrido desde 2000. Durante estos cuatro años, Santander y BBVA aprovecharon el momento de bonanza que atravesaba el mercado inmobiliario para desprenderse de parte de sus activos y eliminar las duplicidades que generaron sus respectivas fusiones en 1999. La reducción más acusada se produjo en 2002, cuando la cartera inmobiliaria de la banca acusó un retroceso del 10,73%. En 2001, había caído un 8,15% y en 2003 bajó un 6,08%. La única excepción durante estos años ha sido Banco Sabadell, debido al efecto de la integración del Banco Herrero.
Esta tendencia, sin embargo, se ha visto interrumpida el pasado ejercicio, periodo en el que la cartera inmobiliaria se situó en 3.347,88 millones de euros, tras bajar un 0,26%. Las entidades, además, se beneficiaron de la buena coyuntura para desprenderse de parte de los inmuebles adjudicados procedentes de créditos impagados. Esta partida (otros inmuebles) se redujo un 20,76%, hasta 279 millones.
Sólo Barclays, en pleno proceso de integración del Zaragozano, y Santander registraron caídas del 41,31% y del 4,58%, respectivamente. Santander, cuya cartera se cifra en 1.016,6 millones, inauguró el pasado verano su nueva sede en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, donde ha reubicado todos sus servicios centrales. Con motivo de este traslado, Santander vendió en 2003 algunos de sus edificios más emblemáticos: la Torre Negra del Paseo de la Castellana, 75, en el complejo financiero de Azca; el edificio de la Avenida de San Luis; el centro de Barajas, donde estaba instalada la central contable y el edificio emplazado en la calle Francisco Sancha, 6. El banco tiene aún pendiente la venta de la antigua sede del Banco Central, situada en la Plaza de Canalejas de Madrid, y del edificio de Hispamer, en el barrio de Mirasierra. El presidente de Santander, Emilio Botín, ha señalado que la entidad espera obtener en total unas plusvalías de 500 millones de euros. Los ingresos de estas operaciones servirán a Santander para compensar con creces la inversión que ha supuesto la construcción de la ciudad financiera, donde por el momento ha destinado 560 millones de euros.
BBVA también concluyó en 2002 el Plan de Liberación de Grandes Superficies, un proyecto que puso en marcha en 2000 con el objetivo de liberar 100.000 metros cuadrados. Salvo algunas operaciones residuales, el banco mantuvo prácticamente sin cambios en 2004 su cartera inmobiliaria, que se eleva a 1.140,9 millones de euros.
Nueva oleada de aperturas de oficinas para plantar cara a las cajas
La fuerte ofensiva lanzada por las cajas de ahorros, que han puesto en marcha nuevos planes de expansión, ha hecho reaccionar a la banca. La mayoría de entidades ha anunciado que no están dispuestas a dejarse arrebatar más terreno y tienen previsto aumentar su presencia en aquellas regiones que tienen mayores perspectivas de crecimiento económico. Tras varios ejercicios de saldos negativos, Santander despidió 2004 con un incremento de 23 sucursales, con lo que ya cuenta con 2.571. Más fuerte aún ha sido el salto dado por el Popular, que el pasado año inauguró 51 locales, y el Pastor, que abrió 37. La red de BBVA creció sólo en 4 oficinas el pasado año, pero la entidad prevé que el tamaño de su red se incremente en 550 nuevas sucursales en los próximos tres años. Banesto va más despacio: cerró 2004 con un saldo negativo de 6 oficinas.
Barclays vende edificios emblemáticos y el Sabadell duplica sus inmuebles
Estas dos entidades han protagonizado las fusiones más recientes del sistema bancario español. La compra del Zaragozano por Barclays en 2003 derivó en la venta de algunos edificios hasta entonces propiedad de la entidad aragonesa, como su sede en Madrid. Barclays se desprendió del edificio del Paseo de la Castellana 89, por el cual recibió 93,5 millones de euros, y también del ubicado en la calle Ronda de Universidad (Zaragoza). En la integración de la red de sucursales, Barclays ha primado mantener aquellas oficinas que eran propiedad suya o de Zaragozano y traspasar las que estaban en régimen alquiler. Todo ello se ha traducido en un descenso de su cartera inmobiliaria del 41,31%, hasta los 138,15 millones de euros. Banco Sabadell, por el contrario, ha duplicado su cartera inmobiliaria tras la adquisición en 2004 del Atlántico. æpermil;sta ha pasado de 184 millones a 377 millones de euros.