Cuatro puntos clave sobre las ayudas al sector aeronáutico
Los Gobiernos de EE UU y de la UE alcanzaron un acuerdo el pasado 11 de enero que establecía las condiciones para continuar negociando el fin de las ayudas a la construcción de aviones comerciales. Este acuerdo paralizaba los subsidios actuales y el litigio ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), al tiempo que proporcionaba un marco para terminar con las nuevas ayudas en 90 días. Lamentablemente, los tres meses han pasado y aunque los dos Gobiernos están dispuestos a ampliar el plazo de las conversaciones, siguen existiendo diferencias significativas. Estas diferencias se resumen en cuatro aspectos clave:
Ayudas directas al lanzamiento de nuevos modelos de Airbus. Los países que proporcionan ayudas a Airbus las justificaban como algo necesario para una 'industria incipiente'. Actualmente, Airbus se ha convertido en líder del mercado -con una cuota de mercado del 53% en entregas-, y cuenta con una familia completa de aviones, por lo que ya no precisa este tipo de ayudas.
Noël Forgeard, presidente de Airbus, confirmó este hecho al declarar que 'El A-350 se podría financiar fácilmente (...) sin ayudas al lanzamiento' (The Independent, 15 Octubre 2004). Sin embargo, Airbus ha remitido solicitudes de financiación a los Gobiernos de Alemania, Francia, España y Reino Unido para lanzar el A-350. ¿Por qué? Por las enormes ventajas que obtiene de este tipo de ayudas. Los préstamos se conceden con unos tipos de interés muy beneficiosos; las condiciones de dichos préstamos son tan generosas que éstos no se empiezan a devolver hasta mucho después de que los aviones estén en el mercado. Y lo que es más importante: estos préstamos no se devuelven si el avión en cuestión no es un éxito comercial. No se trata de un acuerdo de negocios; se trata de un regalo de los contribuyentes a Airbus.
Aunque la UE y EE UU están dispuestos a ampliar de nuevo el plazo para negociar el fin de las subvenciones a Boeing y Airbus, siguen existiendo diferencias significativas
Ayudas indirectas a Boeing. Se ha argumentado que Boeing recibe ayudas 'indirectas' gracias a sus contratos con el Departamento de Defensa de EE UU y con la NASA. Las compañías matrices de Airbus -EADS y BAE Systems- suman ingresos generados por sus programas de defensa y espacio comparables a los de Boeing. Por lo tanto, suponiendo que existiesen estos beneficios indirectos, serían equivalentes para ambas empresas. Sin embargo, y a diferencia de Boeing, donde los contratos militares están claramente separados de la compañía de aviación civil, Airbus desarrolla el A-400M, un avión de transporte militar -beneficio directo de un programa de defensa-.
Apoyo a Boeing del Estado de Washington. Las reducciones fiscales que concede el Estado de Washington están a disposición de todas las compañías aeroespaciales, incluyendo Airbus y sus proveedores. Estas ayudas se diseñan para que los tipos impositivos por negocio y ocupación sean similares a los que pagan otras industrias en el Estado de Washington. Durante décadas, la industria aeroespacial ha pagado tipos más elevados. A diferencia de la ayuda al lanzamiento, estos incentivos no son una aportación de fondos en efectivo y por anticipado, sino que se distribuyen a lo largo de 20 años... De hecho, Airbus recibe incentivos similares tanto en EE UU como en Europa.
Papel de los proveedores. Airbus alega que las ayudas proporcionadas por proveedores de otros países a Boeing también deben tenerse en cuenta. El apoyo facilitado por los Gobiernos a sus compañías aeroespaciales es un tema que deben abordar los proveedores competidores, y no Boeing o Airbus.
Ambas compañías trabajan con una amplia variedad de proveedores, y algunos de ellos reciben ayudas públicas significativas. Airbus se beneficia además del apoyo que proporcionan directamente a los proveedores ocho Gobiernos europeos. Y aunque Airbus se queja con frecuencia sobre los proveedores de Boeing, también busca establecer activamente su relación con estos mismos proveedores. Por lo tanto, apoyamos los términos del acuerdo del 11 de enero según el cual las compañías involucradas son, en la UE, Airbus y sus accionistas principales, y en EE UU Boeing, y que este acuerdo se negociará y aplicará a EE UU y a la UE.
Ambas partes han expresado su voluntad de continuar negociando para alcanzar una solución basada en los principios del acuerdo de enero. Boeing espera sinceramente que se pueda lograr este resultado, evitando así la necesidad de recurrir a los procedimientos de la OMC.