Trabajo respalda que el automóvil negocie un contrato temporal que dure cinco años
El secretario general de Empleo y representante del Ministerio de Trabajo en la negociación de la reforma laboral, Valeriano Gómez, defendió ayer que el sector del automóvil utilice el contrato temporal con una duración de entre cinco y siete años que propone la patronal de la automoción (Anfac).
Es más, Gómez consideró que este contrato 'ayudaría a mejorar la posición' de la industria de la automoción en España.
Recientemente, el presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, reclamó la creación legal de esta modalidad de contrato temporal, propuesto por el automóvil, para todos los sectores en la próxima reforma laboral.
Por ello, el responsable de Empleo del Gobierno precisó que esta modalidad contractual debería articularse en la negociación colectiva sectorial pues afecta a toda la industria de constructores de automóviles.
Sin embargo, aunque Gómez sugirió así que este contrato sería sólo válido en principio para el automóvil, si se le diera la posibilidad a este sector de pactarlo en convenio, el resto de los sectores podrían hacer lo mismo. Los sindicatos rechazan esta posibilidad y así lo defenderán en las negociaciones de la reforma laboral porque consideran que se trata de un 'contrato precario a la carta'.
Fuentes de Anfac, la patronal de los fabricantes de automóviles, se felicitaron ayer por esta positiva acogida del Gobierno socialista, a la vez que destacaron la 'excelente sintonía' que existe con el Ejecutivo. Las mismas fuentes, no obstante, aseguraron que desean que esta 'sintonía' se concrete cuanto antes en medidas específicas.
En cualquier caso, Gómez ensalzó: 'el sector del automóvil es un sector muy competitivo en el que la flexibilidad interna y los acuerdos colectivos han logrado ir sorteando con habilidad, con inteligencia y con rigor las situaciones problemáticas que han ido surgiendo en algunas empresas'.
El sector del automóvil es el que tradicionalmente más recurre a los expedientes de regulación de suspensión temporal de empleo para administrar sus puntas productivas. El pasado año 3.000 trabajadores fueron despedidos y cobraron el paro de forma temporal por este método, que en 2001 afectó a 50.000 trabajadores.