El precio de la vivienda crece a ritmo de dos dígitos
Uno de los aspectos en donde más se nota el dinamismo de Shanghai es en la fiebre inmobiliaria que se lleva registrando desde hace ya varios años. Sólo en 2004 el precio medio de la vivienda creció a un ritmo espectacular del 16%, porcentaje que se suma a los crecimientos de dos dígitos de ejercicios anteriores.
'Los precios de la propiedad en algunos distritos están creciendo demasiado deprisa', admite el portavoz de la Oficina Estadística de Shanghai, Cai Xuchu. Sus comentarios no son para menos. En los barrios centrales el aumento ha sido del 27% en 2004, llegándose a vender apartamentos a 10.000 yuanes el metro cuadrado (1.200 dólares), un precio a años luz de los bolsillos de la mayoría de los chinos. Sin embargo, todos se venden. Unos sirven para satisfacer la pujante demanda extranjera (particulares y empresas), y otros, de inversión para la creciente clase media china.
El boom de la vivienda es tal que en sólo tres años los precios han superado a los de Pekín, enfrascada, a su vez en la preparación de los Juegos Olímpicos de 2008. 'Hace dos años, el precio medio de las casas en Pekín era un tercio por encima de Shanghai; ahora es al revés', comenta Zhao Nai Pu, portavoz de la empresa estatal China Beijing Corporation for International Economic Cooperation. Lo peor de todo es que los especuladores han hecho su aparición, como en todo mercado boyante, para ganar dinero a corto plazo, presionando al alza aún más sobre los precios de los pisos. Algo que en España, por desgracia, es de sobra conocido.
En China el alquiler de oficinas para empresas extranjeras está liberalizado. Sin embargo, la compra de suelo industrial no está permitida. Es necesario adquirir al Estado lo que se denominan 'derechos de uso'.