Luz verde al divorcio rápido y al matrimonio homosexual
Si se cumple con exactitud de reloj el calendario parlamentario, a finales del próximo mes de junio entrarán en vigor en España dos reformas legales de amplia repercusión social: la que permitirá agilizar los divorcios y la que posibilitará los matrimonios entre parejas del mismo sexo. El pleno del Congreso aprobó ayer ambas reformas, que deberán ahora ser debatidas en el Senado y regresarán a la Cámara Baja para su aprobación definitiva.
El dictamen del proyecto de reforma de la Ley del Divorcio -que fue aprobado por 192 votos, 127 abstenciones (del Partido Popular) y 5 votos en contra- eliminará el trámite previo de separación y suprimirá las causas de culpabilidad que establece la legislación actual. Así, cualquier miembro de una pareja podrá solicitar el divorcio sin necesidad de alegar un motivo y sin tener que obtener primero la separación judicial.
El texto reduce a tres meses desde la celebración del matrimonio el plazo necesario para poder presentar la demanda, lo que no será necesario cuando en la ruptura medien malos tratos. Hasta ahora era necesario esperar un año para presentar la demanda de separación y otro año más para solicitar el divorcio.
El punto más polémico de la reforma, que se refiere a la posibilidad de que el juez decrete la custodia compartida de los hijos en contra de la voluntad de los padres, es uno de los aspectos que previsiblemente se retocarán en el Senado. Así, el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Julio Villarrubia, aseguró ayer que su grupo está dispuesto a reformar ese aspecto, que ha sido muy criticado desde diversas asociaciones de mujeres.
El segundo proyecto tramitado ayer, la reforma que permite el matrimonio entre homosexuales y la posibilidad de que adopten niños, fue seguida desde la tribuna de invitados del Congreso por diferentes miembros de colectivos de gays y lesbianas, que recibieron con un gran aplauso la aprobación. El texto, que salió adelante con 183 votos a favor, 136 en contra y seis abstenciones, fue rechazado por el Partido Popular, que defendió la tramitación de estas uniones bajo una fórmula jurídica específica y distinta a la del matrimonio.
Desde un punto de vista técnico, la reforma precisará únicamente cambiar dos palabras del Código Civil -'marido' y 'mujer'- por una tercera: 'cónyuges'. El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, defendió ayer la trascendencia histórica de la reforma.
El trámite del Senado
Pese a que el Gobierno no cuenta con mayoría en el Senado, el Grupo Socialista confía en que la reforma del divorcio y la aprobación del matrimonio homosexual se aprueben sin grandes tropiezos hacia el mes de junio. En cuanto al primero de los proyectos, el que se refiere al divorcio, se prevé que el Senado introduzca algunas enmiendas antes de devolver el texto al Congreso para que sea aprobado definitivamente. En el caso de la reforma del Código Civil para permitir el matrimonio homosexual, es probable que el texto puede ser vetado en la Cámara Alta, donde el PP es mayoritario. De ser así, y según establece el reglamento del Congreso, el texto deberá ser aprobado en el Congreso por mayoría absoluta en primera vuelta o simple en segunda.