Gallardón sitúa a Madrid como el municipio más endeudado
Madrid se ha colocado como el municipio más endeudado de España en términos absolutos, con un saldo vivo de 2.125 millones de euros, después de crecer un 46% en 2004. Supera con creces a la deuda que arrastra Barcelona.
Las crecientes necesidades financieras para hacer frente a las múltiples infraestructuras programadas por el alcalde Alberto Ruiz Gallardón (incluido el proyecto Olímpico de 2012) están pasando factura a las cuentas públicas de la capital de España.
Madrid es ya, de hecho, el municipio de todo el territorio nacional con mayor volumen de endeudamiento en términos absolutos. Según datos que acaba de elaborar el Banco de España, la capital acumulaba a finales de 2004 un saldo vivo de deuda que ascendía a 2.125 millones de euros, 858 millones por encima de Barcelona, la ciudad que hasta ahora ocupaba el número uno en el ranking de deuda local.
El ascenso de Madrid en esta clasificación ha sido espectacular en los dos años de gestión de Gallardón al frente del consistorio, en contraposición de la política de austeridad llevada a cabo por su antecesor José María Alvarez del Manzano. Sólo en 2004 el aumento de deuda viva ha sido del 46% (670 millones) sobre lo registrado el ejercicio anterior. Ello ha provocado que el ayuntamiento madrileño acapare ya por sí solo el 11,2% de la deuda total de los 8.000 municipios existentes, un volumen que asciende a 18.929 millones.
No obstante, Gallardón aún puede argumentar que en términos relativos (deuda por habitante) Madrid todavía queda algo por debajo de Barcelona y Valencia, aunque no por mucho tiempo. En este ratio, la evolución al alza también ha sido espectacular. En sólo dos años ha pasado la deuda del municipio de 425 euros por habitante a 686 euros, superando a las que cuentan en Sevilla y Málaga, y quedando muy cerca de Barcelona (803), consistorio que ha hecho un esfuerzo para reducirla (la ha recortado un 3,7% en 2004).
Lo peor para Gallardón es que la tendencia se agravará en los próximos años. La reforma de la carretera de circunvalación M-30 va a obligar al gobierno local a suscribir en breve el que será el mayor préstamo de la historia del municipio. De hecho, la empresa municipal Madrid Calle 30 (encargada de gestionar las obras), está negociando con las entidades financieras un crédito global de 2.250 millones de euros, a devolver en 35 años. La obra faraónica de la M-30, que incluye el soterramiento de varios kilómetros de la autovía, tiene un coste de 4.000 millones de euros. Al menos está previsto que socios privados entren en la gestión para aligerar la carga financiera.
Cesión del 10% del IRPF y 30% del IVA
Gallardón tiene guardado un as en la manga para ayudar a financiar sus macroproyectos de obras públicas. Se trata de la ley de capitalidad, una vieja idea normativo para Madrid que lleva mascullándose más 20 años y que el alcalde quiere rescatar ahora del olvido. El borrador de esta ley que acaba de redactar el equipo de Gallardón, y que aún tiene que consensuar con el resto de grupos políticos antes de entregarlo al Gobierno central, parte de un aumento sustancial de los recursos para el municipio, que superarían los que ya le confiere la ley de financiación de haciendas locales.Concretamente, el alcalde propone que se ceda el 10% del IRPF que se recaude en el municipio; el 30% del IVA; y el 20% de los impuestos especiales sobre tabaco, cerveza, vino, alcohol e hidrocarburos. Actualmente, Madrid ya se financia de una cesta de impuestos estatales, pero con cuantías muy inferiores.Por otra parte, Gallardón quiere también para Madrid que se le permita endeudarse por encima del 110% de sus ingresos corrientes anuales, límite impuesto para todos los municipios. Justifica su petición en que las necesidades financieras de Madrid no se pueden comparar a las de una pequeña localidad. De hecho, el consistorio calcula en casi 600 millones lo que Madrid gasta al año por conceptos relacionados con su capitalidad.Las propuestas de Gallardón deben salvar varios obstáculos, entre ellos los del Ejecutivo regional del PP, que preside Esperanza Aguirre, receloso de que el alcalde aproveche el texto para asumir competencias ahora autonómicas.