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Internacional

El G-7 mantendrá la presión sobre China para flexibilizar la cotización del yuan

Se ha roto una corta tradición: la asistencia de una delegación china de observadores a las reuniones del G-7. Los países más industrializados del mundo (EE UU, Japón, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia) se reunieron este viernes y lo volverán hacer el sábado en Washington para hablar de los efectos del alto precio del petróleo en la economía mundial, los desequilibrios mundiales, la posible condonación de deuda a África y una mayor flexibilidad de las divisas.

Bajo este último rubro, el que el G-7 viene lanzando a China repetidamente el mensaje de que tiene que dejar flotar el yuan, una divisa infravalorada y que hace muy competitivas las ventas de este país al exterior. En las dos últimas citas de este grupo de países, la celebrada en Washington en otoño y la de Londres en febrero, las delegaciones chinas han aceptado acudir como observadores pero en esta ocasión el gobierno de este país ha decidido no enviar a ningún representante, una señal que se ha interpretado en Washington como que la aproximación diplomática que se ha hecho a este país en los últimos dos años por parte del Tesoro estadounidense y de los gobiernos europeos ha fallado.

Pese a la negativa a esta simbólica participación, el subsecretario del Tesoro, John Taylor, ha aumentado la presión sobre las autoridades asiáticas y en un encuentro con periodistas, previo a la cumbre, afirmó que China está ya preparada técnicamente para dejar flotar el yuan para que se refuerce.

En encuentros anteriores, Taylor siempre había dejado caer que serían necesarios ciertos ajustes que llevarían tiempo antes de que esta decisión pudiera tomarse, ahora es más una cuestión de querer hacerlo, según el número dos del Tesoro. También George Bush ha reconocido que su Gobierno está presionando a China 'para que podamos tener un comercio libre y justo con ellos'.

Estos llamamientos coinciden con una fuerte ofensiva de los fabricantes americanos en el Congreso para que se impongan tarifas a los productos de este país.

Alemania confía en que el G-7 mantenga la frase sobre la flexibilización de divisas en el comunicado de hoy.

El petróleo, en el punto de mira

La preocupación por el alto precio del crudo se ha intensificado porque la demanda, que es lo que más está presionando el alza, no deja de crecer en los países emergentes, sobre todo en China y se teme que no se hayan visto aún los precios máximos. George Bush aseguró el jueves que China es 'una gran nación que está creciendo muy fuertemente' y por ello los americanos están pagando más por su gasolina. Añadió que no debe haber incentivos a las empresas para que inviertan en exploración sino que hay que ser menos dependientes del crudo. El G7 se comprometió en su última reunión a desarrollar medidas para animar el ahorro energético y la diversificación pero 'nada de esto ha llegado muy lejos', dice la delegación francesa.

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