Más nos vale pájaro en mano
Amarrategui significa, en la terminología propia del mus, jugador que sólo se preocupa de no perder más tantos de los estrictamente necesarios. Renuncia sin mayor problema, así, a lo que pueda ganar si asume un cierto riesgo. Este término bien puede aplicarse al inversor español. El principal cambio que registrado últimamente es que antes se trataba de preservar pesetas y ahora lo que se quiere amarrar son euros.
También han cambiado las fórmulas. Hace años, cuando los tipos de interés -y la inflación- andaban por la zona de los dos dígitos, cualquiera que amasaba un pequeño capital pensaba, como por acto reflejo, en poner el dinero a plazo fijo. Una expresión, la de poner el dinero a plazo fijo, que no sólo define una decisión, sino que explica buena parte de la actitud que está tras ella.
A medida que se fue desarrollando el mercado financiero, aparecieron los sustitutos de los depósitos a plazo. Eran los fondos de inversión del mercado monetario, o Fiamm, caracterizados porque no exponían al inversor a ningún riesgo más que al de no ganar ni un duro.
Después, cuando la bonanza bursátil empezaba a animar al inversor de a pie, estalló la burbuja tecnológica, generando fuertes pérdidas en las inversores en Bolsa tradicionales y desintegrando la cartera de quien se vio seducido por Terra y similares. El mercado bajista que vino a continuación volvió a disparar la aversión al riesgo. Terreno abonado para los fondos garantizados, que lograron la cuadratura del círculo: ofrecer las posibilidades de la Bolsa sin riesgo; nadar y guardar la ropa. Al menos, así se han publicitado, con gran éxito de público.
Pero, aunque los Fiamm y los garantizados han copado la captación de dinero durante meses, el volumen de ahorro familiar acumulado en depósitos es superior a la suma de lo destinado a acciones y fondos. Datos estos que hacen todavía más incomprensible que uno de los estilos de inversión que más tirón tienen entre el minorista sea la especulación pura y dura, más propia de un casino que de un parqué.