El futuro de la banca europea se forja en Italia
El BBVA y ABN Amro han elevado la presión para la consolidación del sector financiero
La doble ofensiva protagonizada por el BBVA y ABN Amro sobre la Banca Nazionale del Lavoro (BNL) y el Banco Antonveneta ha desatado las especulaciones sobre la necesaria consolidación del sector y los posibles movimientos entre entidades. Aunque analistas y expertos prefieren ser aún muy cautos en las opciones que tomarán las entidades, ninguno de ellos niega que la banca italiana, así como la europea, va a atravesar un periodo de integración que irá de la mano de la creación de un verdadero mercado interior europeo bancario.
Italia parece ser el lugar adecuado para que se inicie esa integración de mercados. Y Alemania podría ser el siguiente. La fragmentación y la menor penetración del sector bancario italiano requiere mayores niveles de integración para ganar eficiencia. De hecho, Italia es el país europeo más caro en servicios financieros y los italianos pagan alrededor de 500 euros al año por los servicios básicos, muy lejos de los 104 euros que se pagan en España o los 31 de Holanda.
Los mayores márgenes permiten, además, compensar la estrechez de otros mercados nacionales, mientras que el euro y la política monetaria única facilitan el traslado de productos que ya funcionan en otros países. Junto a esto, la gran banca italiana ha primado, en los últimos años, su actividad en el tramo mayorista, con lo que la complementariedad con otras entidades más enfocadas al mercado minorista daría lugar a jugadores potentes en el mercado europeo.
Junto a BBVA y ABN Amro, la banca extranjera y la nacional siguen de cerca las señales de apertura del sector y en el rally al alza de los títulos. Al margen de los grandes grupos, los denominados 'bancos populares' están destinados a ser una de las claves de la concentración bancaria italiana. Estas cooperativas financieras, con una distribución geográfica muy amplia en el país, similitud de culturas y métodos de comercialización adecuados están llevadas a buscar métodos para su integración.
El primer banco italiano, Banca Intesa, está centrado en la actualidad en renovar su plan de negocio y ha señalado que no tiene intención de participar en la consolidación nacional. Aunque tiene exceso de capital, su prioridad es Europa del Este, según los expertos, que tampoco descartan operaciones en Francia, ya que su primer accionista es Crédit Agricole. El alemán Commerzbank posee un 4,34%.
El segundo banco por activos, Unicredito, es la entidad más eficiente del país y rechazó pujar por BNL por razones de precio. El banco, que obtuvo un beneficio neto de 2.310 millones de euros a cierre de 2004, ya trato de fusionarse con BBVA en 1999 pero chocó, también entonces, con el bloqueo del Banco de Italia y su gobernador, Antonio Fazio, para que la banca extranjera ganara peso en grupos nacionales. Su papel en la integración será clave y los expertos esperan que se posicione para cuando surjan las oportunidades en el exterior. Algunos apuntan a que sus intereses vendrán de la mano del francés Société Générale o bien del alemán Hypovereinsbank.
Y de los tres grandes, quien espera en la retaguardia es Sanpaolo IMI, el socio del Santander en Italia, que se sitúa en el tercer puesto del ranking por capitalización con 211.000 millones de euros. Con la mirada puesta en lo que suceda con la operación de su competidor BBVA y el holandés ABN Amro, el banco presidido por Emilio Botín, es una de las entidades mejor colocada en el país transalpino y con un 8,5% del capital es el primer accionista de Sanpaolo IMI. Además, lidera el grupo duro de control con el 28% del capital, y donde hay un pacto de accionistas para no elevar su participación hasta 2007. Los intereses son recíprocos y el italiano controla entorno al 2% del Santander, por lo que no se descarta que después de digerir la adquisición del británico Abbey vuelva a la carga en el mercado italiano.
Junto a estas entidades, Capitalia, también ha sentido la presión de la consolidación después de que ABN Amro lanzara la opa sobre Antonveneta. El holandés es el primer accionista de Capitalia y podría llegar a jugar esa carta para que prosperase su oferta.
El escollo del precio en Bolsa
Las opas lanzadas por ABN Amro y BBVA para hacerse con el control de Antonveneta y BNL ponen de relieve que la antaño inexpugnable banca italiana ya no lo es tanto. Sin embargo, la presión ejercida por las dos entidades ha hecho que los mercados reaccionen al alza ante la posibilidad de que, efectivamente, las operaciones lleguen a concretarse. Y las cotizaciones de todas las entidades italianas se ha disparado en los últimos meses y en concreto en las últimas semanas.Así, la banca romana que codicia el BBVA ha incrementado su valor en bolsa un 18% en el último mes, mientras que Antonveneta lo ha hecho en un 29% en el mismo periodo. Al calor de estos tiempos de mudanza, otras entidades europeas comienzan a mirar a Italia con interés. Si españoles y holandeses abren una brecha en las defensas italianas y logran su presa, Antonio Fazio, el gobernador del Banco Central, tendría problemas para alejar a otros grupos extranjeros.Estos factores explican por qué las acciones del Sanpaolo IMI, tercer banco del país transalpino, donde el Santander tiene una participación del 8,5%, han subido un 8,5% en tan sólo mes. Mientras, un banco de inversión estudia la idea de que el británico Barclays compre Unicredito, el mayor banco de Italia por capitalización, según el periódico italiano Il Sole 24 Ore.Pero la tendencia ha sido generalizada y toda la banca italiana cotiza al alza, con las dificultades que un precio elevado supone para los posibles compradores. Junto a las anteriores, destaca la evolución de Capitalia, cuyo valor se ha incrementado un 31% en seis meses por el interés de su principal accionista ABN Amro en Antonveneta.