La economía vasca se prepara para mantener su buen pulso
El Gobierno vasco pregona el crecimiento por encima de la media española, pero los expertos alertan sobre la pérdida de competitividad
La economía vasca progresa adecuadamente. Pero si se continua con la evaluación académica, su comportamiento debe mejorar. En plena vorágine electoral, provocada por las elecciones autonómicas del próximo domingo, los mensajes, de uno y otro lado, están plagados de luces y sombras. Euskadi, coinciden los expertos económicos, ha experimentado una profunda transformación estos 20 últimos años.
El peso aportado al PIB por las grandes sociedades, buena parte de ellas públicas, se ha adelgazado en la misma proporción que ha engordado un tejido industrial donde las pequeñas y medianas empresas aumentan sus 'michelines'. Dinamismo empresarial, colaboración público-privada, capacidad de recuperación, gestión de los recursos tributarios generados e instituciones pegadas al terreno, han permitido dar la vuelta a un país donde el empresario ha estado sometido al chantaje de ETA, la colección de víctimas de la banda terrorista es extensa y que cuenta con una población cada vez más vieja cuyos saldos migratorios negativos no han sido compensados por la entrada de inmigrantes procedentes de países fuera de la Unión Europea.
La situación, a pesar de todo, es manifiestamente mejorable. Antes, es decir, los últimos diez cursos, la economía vasca, íntimamente ligada a la del resto del Estado, se ha definido como una alumna aventajada. El crecimiento de su producto interior bruto (PIB) ha sido superior a la media española , a la comunitaria e, incluso, a la de Japón, según los datos que maneja el Gobierno vasco. Además ha conseguido superar la renta media europea y situarla en el 107,4% frente al 87,4% del resto del Estado, si se tienen en cuenta las cifras barajadas por el Ejecutivo de Vitoria.
Roberto Velasco, profesor de Economía Aplicada de la Universidad del País Vasco (UPV) afirma que 'más o menos' la economía vasca ha seguido una tendencia similar a la del conjunto de España por el 'efecto país' y reconoce que 'antes' era mayor la decadencia. Alerta sobre algunos índices en los que el que el actual Gobierno vasco ha centrado buena parte del discurso para acreditar su gestión. Así afirma que el anunciado aumento del PIB per capita es 'criticable' porque cada año que pasa hay menos población censada en Euskadi. Y, aporta sus datos. La tasa de constitución de empresas es menor que en el resto de España y, la de creación de empleo, se ubica en la cola del conjunto de las comunidades autónomas. En el haber coloca a la renta familiar disponible que en Euskadi 'está muy bien'.
Discurso optimista y poco cohesionado
Las tesis del Ejecutivo vasco, gobernado por la coalición formada por PNV, EA y EB-IU, sobre la evolución económica son mucho más optimistas, aunque su discurso en algunas materias no está demasiado cohesionado. Juan José Ibarretxe, escoltado por la vicepresidente, Idoia Zenarruzabeitia, presentaba hace un mes un balance económico de los últimos cuatro años más que favorable. El PIB en 2004 aumentó un 3%, lo que supone el mayor crecimiento registrado desde 2001, además de una tasas de expansión superior a la media española (2,7%) y la comunitaria. El porcentaje de paro se rebajó hasta el 7,8% y el sector exterior supuso una aportación positiva al crecimiento de 0,3% puntos. Además la inversión extranjera aumentó un 135% en el primer semestre de 2004 tras varios ejercicios donde este capítulo apreciaba importantes desplomes.
La colección de datos positivos aportados por el lendakari le sirvió para reivindicar su plan para conseguir mayor autogobierno y que centra el discurso de su partido, el PNV, en esta campaña electoral. Este debate cuenta con importantes reticencias entre el empresariado vasco que ya ha expresado en más de una ocasión sus dudas.
La competencia se acerca cada vez más a la puerta de casa
Los elevados costes salariales, producto de mediana tecnología, clima social con comportamientos inestables y la presión de los nuevos países que se han incorporado a la Unión Europea, son algunos de los factores que están certificando una cierta caída de la competitividad de las empresas vascas, según aseguran los expertos consultados por este periódico.Sectores como el de automoción, con un gran peso en las cuentas económicas de Euskadi, puede ser uno de los más afectados. Esta situación ha llevado a los grandes grupos con domicilio en el País Vasco a buscar nuevos mercados mediante su implantación industrial.En un informe encargado por la patronal Confebask se resaltaba que es indispensable que desde la Administración se impulse la competitividad con infraestructuras físicas, tecnológicas, educación, etcétera.Por su parte, el empresario debe cambiar su cultura y ampliar su visión a medio plazo.
El Estado del bienestar empieza a resentirse
El Estado del bienestar se resiente en Euskadi. Hasta la sanidad pública vasca, una referencia a nivel nacional hace escasos años, esta siendo cuestionada. Los recursos en este campo son más escasos para una población cada día más anciana, con índices de natalidad a la cola de Europa y con una parte de su población en edad trabajadora buscando su sustento fuera del País Vasco.Otro de los graves problemas con los que se encuentra la sociedad vasca es el precio de la vivienda. Continuamente se constata su subida y coloca a Euskadi en los puestos de cabeza de las autonomías españolas. Esta situación es considerada por los expertos de 'extremadamente grave'. A esto se une que el suelo industrial es escaso y 'caro', lo que limita la inversión de las empresas.Las infraestructuras físicas, a pesar del notable esfuerzo realizado desde que el País Vasco consiguiera el Estatuto de Gernika, están saturadas y, las tecnológicas, todavía tienen un largo recorrido.Las recetas aportadas por los expertos para apuntalar el estado del bienestar y mantener un tejido industrial que lo alimente es apostar por el I+D+I e invertir en formación porque el resultado es a futuro y se dejará sentir dentro de tres o cuatro años, en la próxima legislatura.