Brasil se hace notar en Arcelor
ABN considera que Arcelor tiene un modelo empresarial robusto. La compañía está consolidando su presencia en los mercados emergentes y mejora la estructura de sus vías de ingresos. Además, el banco de inversión holandés destaca la actuación de los activos brasileños. Prevé que la producción proveniente de este país alcance el 16% del total del grupo en 2006.
Pero a pesar de los esfuerzos de la empresa, el mercado se resiste a revalorizar la acción. Por eso, ante la llegada de un cambio de ciclo y la reducción de los precios del acero, ABN rebaja el precio objetivo que otorga a la acción un 30%. 'La compañía está haciendo todo bien', reza el informe, 'pero el ciclo parece dictar tendencias a más corto plazo'.
'Los valores siderúrgicos han alcanzado el fin de una escalada de cuatro años, y el precio del acero ha alcanzado un máximo mientras el de las materias primas continúa subiendo'. Sin embargo, a pesar de este entorno adverso, 'Arcelor dispone de factores internos que sostienen sus ganancias ante una ralentización cíclica'.
La inversión en activos en Brasil y, potencialmente, en la Comunidad de Estados Independientes (CEI) e India, permiten al grupo siderúrgico aprovechar los menores costes laborales y de transporte de las materias primas, así como el acceso a los crecientes mercados locales.
El diagnóstico de ABN disiente del de la mayoría de especialistas. Mientras éstos recomiendan comprar ante un mejor comportamiento del valor respecto del resto del sector, el banco de inversión advierte que el ciclo de los precios del acero pesará más que el atractivo de una revalorización de la acción.
El analista holandés otorga un precio objetivo de 22,85 euros a cada acción de Arcelor, es decir, un 30% sobre su cotización actual. Pero ABN prevé una disminución del precio del acero lo que supondría reducir el precio objetivo hasta los 16 euros. Para ABN, 'la acción se está vendiendo en torno a su máximo histórico'. Por eso, 'si los ingresos y el cash flow de la compañía continúan estables, no vemos razón para asumir que un descenso en los precios del acero no arrastre el precio del valor'.