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Las tiendas de Chinatown de Londres temen por su futuro

El Chinatown de Londres, con sus cientos de restaurantes, tiendas de alimentación y productos exóticos atraviesa estos días por momentos de incertidumbre. Los pequeños negocios que operan en la zona desde hace décadas se sienten amenazados por los planes del grupo inmobiliario Rosewheel de crear un gran centro comercial en Sandringham Court, uno de los edificios más representativos del Soho, situado cerca de la famosa pagoda, que fue construida en los cincuenta por la comunidad de comerciantes de acuerdo con las creencias chinas para atraer la prosperidad al lugar.

Rosewheel, que ha comprado por un precio no revelado a Westminster Council el arriendo a largo plazo del edificio, el más grande y mejor situado en el laberinto de estrechas calles de Chinatown, ya ha empezado el desalojo de la multitud de comerciantes que lo pueblan, muchos de los cuales se instalaron allí cuando fue inaugurado en 1985.

La firma dice que planea abrir un 'nuevo y estimulante centro comercial' en Sandringham a comienzos del próximo año que creará 'una nueva fuente de energía en el corazón de Chinatown'. No opina lo mismo la asociación Min Quam. Este grupo lleva meses haciendo campaña bajo el lema 'Save Chinatown' para frenar el proyecto de Rosewheel que, dice, podría destruir el 'carácter único' de la zona y señala que, además de los desalojos, el plan provocará un incremento en los alquileres de los locales en el distrito de Soho que las pequeñas firmas no se podrán permitir.

La asociación Min Quam dice que el proyecto destruirá el carácter único de la zona y que provocará una subida de los alquileres

Leslie Ng, propietaria de la tienda de comestibles Golden Gate, establecida en Sandringham desde hace 20 años, ha sido una de las primeras en ser desalojada. Señala que, cuando los nuevos propietarios se pusieron en contacto con ella, pensó que se trataba de una mera renegociación de las condiciones del alquiler y que la noticia de que tenía que abandonar el local supuso un duro golpe para ella y sus 30 empleados.

'Hasta el momento no tenemos una oferta sólida de realojo de los nuevos propietarios en el edificio en remodelación. Parece que tendremos que competir contra poderosas cadenas de tiendas por el espacio, lo que nos resultará imposible', dice Leslie Ng.

El mes pasado los comerciantes de las tiendas de alimentación, pescaderías y joyerías desalojados y la asociación Min Quam celebraron una parodia de funeral en las calles de Chinatown. Un hombre vestido con el traje tradicional chino hizo sonar el toque de difuntos con un tambor y los manifestantes quemaron incienso en el frío aire londinense. 'En memoria de las tiendas de Sandringham Court', se podía leer en los carteles con el dibujo de una lápida. 'Murieron prematuramente en marzo de 2005. Causa del fallecimiento: limpieza étnica. Asesinadas por Rosewheell'.

En su defensa, los portavoces de Rosewheel dicen que el centro comercial respetará el ambiente de la zona y que el 95% de las solicitudes para ocupar las nuevas tiendas proceden de comerciantes chinos.

La primera oleada de inmigrantes chinos llegó a Londres en la mitad del siglo XIX para trabajar en los muelles del Támesis en el East End. Pero la mayor migración se produjo después de la Segunda Guerra Mundial, procedente en su mayoría de la antigua colonia británica de Hong Kong.

La asociación Min Quam dice que el proyecto destruirá el carácter único de la zona y que provocará una subida de los alquileres

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