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Unión Europea

Bruselas financiará la ayuda al desarrollo con una tasa a la aviación

La ayuda de la Unión Europea al desarrollo de los países pobres puede suponer al sector aéreo un incremento de sus costes cercano a los 13.000 millones de euros anuales. Los ministros de Economía y Finanzas de la UE debatirán a partir del próximo martes la posible introducción de dos nuevas tasas, sobre el combustible y los billetes, destinadas a financiar los compromisos adquiridos a nivel internacional para la erradicación de la pobreza.

La primera tasa, según los cálculos de la Comisión Europea, reportaría a las arcas públicas unos ingresos de 7.000 millones de euros al año si el gravamen se fija en 330 euros por cada 1.000 litros de queroseno consumidos en el tráfico aéreo sobre Europa. Otros 6.000 millones de euros anuales se recaudarían con una tasa de 10 euros por cada pasajero en los vuelos comunitarios y de 30 euros en los extracomunitarios.

La iniciativa, auspiciada por Francia y Alemania, pretende incrementar a costa del sector aéreo la aportación europea a la ayuda al desarrollo. Cada socio comunitario se ha comprometido a elevar antes del año que viene al 0,33% de su renta nacional bruta su contribución a ese capítulo.

La propia Comisión reconoce, en el estudio que servirá el martes de base al debate de los ministros, que los nuevos gravámenes pueden mermar el crecimiento de la demanda del sector, con especiales repercusiones en los países con un importante sector turístico, como España, y en las líneas aéreas de bajo coste.

El impuesto sobre el queroseno duplicaría la factura anual por combustible

El impuesto sobre el queroseno doblaría la factura anual por combustible de las líneas aéreas y se traduciría, si éstas deciden trasladar los costes al consumidor, en un incremento medio de hasta 40 euros por pasaje de ida y vuelta. Aun así, el informe de la Comisión deja entrever que el transporte aéreo parece el más propicio para soportar ese tipo de imposición.

Bruselas descarta expresamente otras opciones. 'En el transporte marítimo tendría un impacto mayor porque es fundamentalmente de cargo', concluye el estudio. En cuanto al comercio de armas, otra alternativa apuntada, 'se trata de una industria controlada por un puñado de países (...) y haría falta una acuerdo mundial para que el impuesto en ese tráfico fuera eficaz'.

Un gravamen sobre las transacciones financieras amenazaría el atractivo de los mercados europeos, sería difícil de aplicar por la convivencia en la UE de 13 divisas y podría ser incompatible con las normas internacionales. El incremento del IVA, por último, reduciría el consumo y la producción y aumentaría el desempleo.

La portavoz comunitaria de Economía, Amelia Torres, precisó ayer que 'el documento no hace en estos momentos ninguna recomendación política, sólo da una visión sobre las ventajas e inconvenientes de cada opción para que sirva de guía a los ministros'. Pero, alarmantemente para las líneas aéreas, del estudio comparativo de la CE se deduce que los impuestos en ese sector son los más factibles desde el punto de vista legal y de impacto económico.

Bruselas recuerda que la directiva sobre armonización fiscal de la energía permite desde 2004 gravar el queroseno en el transporte aéreo en la Unión Europea, exento a nivel internacional por la Convención de Chicago de 1944. El documento de la Comisión apunta incluso la solución a los posibles conflictos con terceros países. Inicialmente se eximiría del impuesto a las rutas aéreas en las que operen compañías extracomunitarias. Después, 'la progresiva renegociación de los acuerdos bilaterales permitiría gradualmente gravar también a las compañías de terceros países en los vuelos intracomunitarios'. En 2010, la recaudación por este concepto podría alcanzar entre 6.000 y 7.000 millones de euros, según los cálculos de la CE.

Los ministros de Economía estudiarán, además, la posibilidad de crear una tasa de 10 euros por billete para los pasajeros de vuelos intracomunitarios y de 30 euros para los de vuelos extracomunitarios. El impacto de este segundo impuesto en la demanda y en la facturación de las aerolíneas sería menor, según los análisis de la CE. Pero las aerolíneas de bajo coste serían de nuevo las más sacrificadas, porque la tasa sería muy importante proporcionalmente al precio de sus billetes.

España, en contra de castigar al turismo

España rechazará tajantemente cualquier intento de gravar al sector turístico, en general, y al aéreo, en particular, con impuestos que mermen su competitividad. El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, expondrá esta posición durante el consejo de Ministros de Economía de la UE del próximo martes en Luxemburgo.Los acuerdos sobre fiscalidad en Europa requieren la unanimidad. Los miembros más veteranos del Consejo de la UE recuerdan que España ya impidió en solitario en la década de los 90 la creación de un impuesto contra las emisiones de CO2. 'Perdimos cuatro o cinco años en discusiones para nada'.Las fuentes consultadas vaticinan un futuro similar a la discusión sobre un impuesto para financiar la ayuda al desarrollo. 'La UE nunca ha creado impuestos finalistas con un destino preconcebido. Ni siquiera hemos sido capaces de ponernos de acuerdo en crear un impuesto para financiar la Unión'.La iniciativa, sin embargo, cuenta con el poderoso respaldo de Francia y Alemania. La patronal europea de líneas aéreas (AEA, en sus siglas en inglés) ha acusado a los promotores de 'aferrarse a la idea de que el avión es todavía un método de transporte para ricos'.

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