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Integración laboral

Los discapacitados aspiran a los puestos directivos

La Fundación ONCE, que imparte un MBA especial, confía en los avances de la inserción

En la empresa de transportes MRW, una de las compañías destacadas en la integración laboral de los discapacitados, una mujer con deficiencia visual es responsable de una de las áreas de negocio. El 16% de los trabajadores de esta sociedad sufren alguna discapacidad, y sólo ella desempeña un empleo de responsabilidad. 'Es la excepción, pero los discapacitados irán llegando a esos puestos. Es cuestión de tiempo', sostiene la directora de relaciones corporativas de MRW, Silvia Vílchez.

æpermil;ste puede ser un año relevante en este terreno. En diciembre de 2004, el Consejo de Ministros aprobó un real decreto por el que destina el 5% de las plazas de la administración pública a los disminuidos, con lo que amplía sus posibilidades de integración. Así, cuando en una oferta de empleo público no se cubra el 3% de las plazas reservadas, las vacantes se acumularán para la siguiente convocatoria, con un límite máximo del 10%. En la actualidad, la presencia de estos trabajadores en el sector público sólo llega al 0,7%.

'En los últimos años se ha mostrado más interés en contratar discapacitados. La conciencia social se va despertando, aunque todavía debemos hacer una labor de sensibilización', declara la directora de formación y empleo de la Fundación ONCE, Pepa Torres. El principal problema es, en opinión de Torres, la elevadísima tasa de inactividad (67,7%), que se suma a un paro del 8,42%, según los resultados de la Encuesta de Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud que el Instituto Nacional de Estadística elaboró en 1999, y a la que todavía se hace referencia porque no hay ningún estudio posterior tan completo. 'Los datos no han variado demasiado en estos años', asegura Torres.

MBA para discapacitados

Sin embargo, hay razones para un optimismo moderado porque, como señala la directora de formación y empleo de la Fundación ONCE, 'poco a poco se va extendiendo la idea de que los discapacitados pueden ocupar cualquier empleo, también los de responsabilidad'. 'Nosotros hacemos lo posible para que tengan posibilidades, aunque el número de esos puestos en el mercado es pequeño', añade Pepa Torres. Desde 2000, la Fundación ONCE colabora con diversas entidades en la organización de un MBA para discapacitados. Este año, el convenio está firmado con la Universidad de Comillas.

'Por nuestra experiencia, en las empresas hay de todo. En nuestro caso, el 71% de los trabajadores somos discapacitados y la mayoría de los equipos medios y directivos, también', afirma Pepa Torres. Lo tienen más complicado aquellas personas con deficiencias intelectuales, como reconoce Silvia Vílchez, de MRW: 'Estas personas requieren un tutelaje, una sombra. Su inserción laboral es posible en algunas áreas, pero en muchas otras, no. No es lo mismo que un disminuido físico, que puede adaptarse a cualquier perfil'. Cuando se habla de enfermedades mentales, todavía es peor. No existen barreras en el intelecto, sino en la sociedad. 'En este caso', sostiene Torres, 'se debe a un problema de rechazo y de desconocimiento, porque una persona con una esquizofrenia o una psicosis controladas puede desempeñar un cargo directivo perfectamente'.

En el grupo Siro trabajan 900 personas, de las cuales el 23% son discapacitadas. Una de ellas dirige una de las fábricas de la empresa agroalimentaria. 'Apostamos por aquellos que demuestran su talento y su valía profesional por encima de cualquier otra cosa', asegura el director de recursos humanos de la compañía, Jorge Juan González, que destaca 'la calidad del trabajo de estas personas'.

Coincide con él Silvia Vílchez: los empresarios no contratan discapacitados por lástima ni por los incentivos fiscales. 'Por la bonificación puedes hacerlo una vez, pero si no resulta, no repetirás. No se trata de coger al primero que pasa, sino de elegir a alguien válido. Además, el discapacitado busca normalidad para lo bueno y para lo malo. Sentir lástima sería un error. Si tenemos que despedir a uno de ellos, lo hacemos', dice la responsable de relaciones corporativas de MRW.

Las barreras psicológicas son un inconveniente. 'Hay quien piensa que un discapacitado tiene muchos problemas, pero no es así. No puedes contratar a alguien que va en silla de ruedas para trabajar en un almacén, pero una persona con una prótesis en una pierna puede ser el mejor informático', añade. Y anima a otras empresas a confiar en los disminuidos: 'Si no lo hacen por un compromiso social, que lo hagan por interés: un discapacitado puede ser hipercapacitado. Por ejemplo, un sordo tiene mucha más facilidad para concentrarse'.

La ley. Incentivos fiscales y obligaciones para las medianas y grandes compañías

Los incentivos por los contratos indefinidos son, entre otros, los siguientes: de la cuota empresarial total, bonificación del 90% para los mayores de 45 años (100% si son mujeres) y del 70% para el resto (90% si son mujeres); subvención de 3.907 euros al inicio del contrato y deducción de 4.808,1 euros en el impuesto de sociedades.En el caso de contratos temporales, hay una reducción de la cuota a la seguridad social por contingencias comunes: 100% para el primer discapacitado; 75% para el resto; 90% para mujeres de más de 45 años y 80% para mujeres de menos de 45.Las empresas de 50 o más trabajadores deben reservar el 2% de su plantilla a los discapacitados.Podrán quedar exentas de esta obligación cuando los servicios públicos de empleo no puedan atender las necesidades de la empresa y cuando acrediten problemas organizativos, productivos, técnicos o económicos.En ese caso, una de las alternativas es realizar un contrato mercantil o civil dentro de un Centro Especial de Empleo o a un autónomo discapacitado para el suministro de materias primas, bienes de equipo o maquinaria o para la prestación de servicios.

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