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El final de un papado

Decenas de miles de fieles piden que Juan Pablo II sea canonizado "inmediatamente"

El silencio inicial de las decenas de miles de personas que han asistido a los funerales por Juan Pablo II se han roto tras la homilía del cardenal Joseph Ratzinger, interrumpido en varias por numerosos aplausos. La multitud, un millón según los medios italianos, ha comenzado a gritar "santo ya" pidiendo la canonización del Papa polaco.

"Podemos estar seguros de que nuestro amado Papa está junto a la ventana de la casa del Padre, que ve y bendice. ¡Así, bendícenos, Santo Padre!", ha concluido la homilía. Las palabras del cardenal alemán, que preside la misa, han sido aclamadas por la multitud, que ha clamado "subito santo" (rápidamente santo), en favor de la canonización de Juan Pablo II.

Un clamor que recorre Roma

La petición también se puede leer en algunas de las pancartas que portan los presentes en la Plaza de San Pedro, confundidas con las banderas de diversos países, entre las que destacan las de Polinia, el país natal de Karol Wojtyla.

Los gritos de "santo, santo, ya", no han sido sólamente un momento puntual de la ceremonia. El clamor se ha extendido en segundos por las calles aledañas al Vaticano y por otras plazas de Roma, donde miles de fieles siguen en directo a través de las 30 pantallas gigantes intaladas en diversos lugares de la ciudad.

Concluida la comunión y antes de que se celebrase el rito de la despedida, los cientos de miles de fieles han roto de nuevo en aplausos y gritos reclamando la canonización de un hombre al que consieran ya un santo.

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