Telefónica llega a 130 millones de clientes gracias a Cesky
Los analistas no se equivocaron. El precio ofrecido por Telefónica para hacerse con Cesky era demasiado bueno como para rechazarlo. Y no lo ha sido. Tal y como estaba previsto, el consejo de ministros checo dio ayer su visto bueno a la venta del 51,5% de la operadora estatal a Telefónica, que supera así los 130 millones de clientes.
No hubo sorpresas. El comité de privatizaciones ya había seleccionado la oferta de Telefónica por Cesky como la mejor y también el ministro de Finanzas dio su visto bueno. Además, los 2.750 millones de euros por el 51,5% han sido considerados por unanimidad por los analistas como el mejor precio que el Gobierno podía esperar. Con estas refrencias en la mano, el consejo de ministros de la República Checa en su reunión ordinaria de los miércoles aceptó con el voto a favor de los 18 representantes la transacción y optó ayer por vender su operadora estatal a Telefónica.
Se trata de la segunda mayor venta de un activo estatal en la historia del país, siempre que se incluya el valor de la opa posterior que está obligada a lanzar Telefónica. Pero para la compañía española sólo es la mayor operación tras la compra por parte de Telefónica Móviles de las diez filiales latinoamericanas de Bellsouth, cerrada hace escasas semanas, aunque podría llegar a superar este nivel dependiendo del precio ofrecido a los minoritarios y de la adhesión a la opa.
Esta nueva política de adquisiciones es, precisamente, la que ha llevado a los analistas y a las agencias de calificación de riesgo a cuestionar la operación. Consideran que es un cambio de estrategia, por la entrada en Europa del Este frente a la tradicional preferencia por Latinoamérica; que el precio ofrecido es alto, y, sobre todo, tienen miedo de lo que pueda venir a partir de ahora.
En Telefónica, sin embargo, aseguran que no se trata de un cambio de estrategia, puesto que forma parte de la política de crecimiento rentable y aprovechamiento de las oportunidades definida hace años. Puesto que en Latinoamérica ya quedan pocas oportunidades de estos tipo y había que diversificar los riesgos geográficos procedentes de esta zona, Telefónica puso a la República Checa en el punto de mira. La próxima parada de esta estrategia podría ser Turquía, donde la compañía española participa en el proceso de privatización de la operadora estatal Turk Telecom.
Por ahora, la adquisición de Cesky permite a Telefónica sumar ocho millones de clientes y superar los 130 millones en todo el mundo. Además, y según la firma española, la adición será positiva para los resultados del grupo desde el primer momento, de forma que no condicionará las previsiones financieras anunciadas la semana pasada ni la política de dividendos.
El Gobierno checo, por su parte, aseguró ayer que la venta se produce sin ninguna condición, de forma que Telefónica podría incluso segregar y vender activos de la recién comprada. Sin embargo, el Ejecutivo quiere tener un representante en el consejo de supervisión de la operadora durante los próximos tres años. Este país ha conseguido al segundo intendo vender su operadora estatal, puesto que ya lo intentó sin éxito en 2002.
El primer desembolso será inminente
El contrato entre Telefónica y el Gobierno de la República Checa para la compraventa de Cesky se hará en los 'próximos días', según el ministro de Finanzas. Esta rúbrica será clave para el inicio de los desembolsos. Telefónica tendrá que hacer el primer pago del 10% de los 2.750 millones ofertados en sólo cuatro días. A partir de ese momento, comenzará el estudio por parte de las autoridades que velan por la competencia, tanto en Chequia como en la Unión Europea. Tendrán dos meses para dar su veredicto y en ese momento Telefónica dispondrá de 10 días para terminar los desembolsos. En el mes de junio, por tanto, se hará con el 51,1% de Cesky y tendrá 60 días para lanzar la opa a los minoritarios. Está previsto que todo finalice en septiembre.