Las empresas ayudan a sus empleados a dejar de fumar
Telefónica de España, Iberia y OHL son algunas de las empresas españolas que ya han puesto en marcha terapias para que sus empleados dejen de fumar. El proyecto de ley antitabaco que está preparando el Ministerio de Sanidad, y que impondrá la prohibición de fumar en los centros de trabajo, ha sido un revulsivo para que las empresas se pongan manos a la obra.
æpermil;ste no ha sido el único motor, apunta María Sainz, responsable de la Unidad de Educación para la Salud de Medicina Preventiva del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. A juicio de Sainz, la Ley de Riesgos Laborales también ha influido sobremanera en la actitud de las empresas al incluir el imperativo de preservar la salud de los trabajadores. Y la adicción al tabaco es un serio problema de salud que causó 10.000 muertes en 2004, según los datos del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo compuesto por 38 sociedades científicas españolas.
Pero este nuevo panorama legislativo está actuando también como un generador de conflictos en las empresas, donde uno de cada tres trabajadores fuman. Según distintas fuentes consultadas, se están empezando a producir denuncias entre los propios compañeros de trabajo. Asmáticos, mujeres embarazadas o pacientes de enfermedades pulmonares y cardiacas se niegan a ser fumadores pasivos. A juicio de Dolores Galán, jefe del Servicio Médico de OHL, la causa es que la mentalidad ha cambiado. Los no fumadores ahora exigen su derecho a la salud.
El sector público también intenta deshabituar a sus trabajadores
En OHL ha habido protestas ante el Comité de Seguridad y Salud, al igual que en Telefónica de España. También en centros de trabajo públicos, incluidos centros sanitarios como el Clínico de Madrid, donde, además de quejas, se han producido algunas bajas laborales por asma u otros problemas derivados de los ambientes cargados de humo, según ha señalado María Sainz. Se espera que la nueva ley, que prohíbe fumar en los centros de trabajo, esté en vigor a final de año. Esta norma prevé multas de hasta 600 euros al trabajador que fume y hasta 10.000 euros a la empresa que lo permita, o incluso un millón de euros por faltas muy graves como vender tabaco a menores.
Por eso, combatir el tabaquismo no está siendo sólo objetivo del sector privado. También el sector público ha puesto en marcha distintos programas. Sólo en la Comunidad de Madrid, 23 hospitales están impartiendo terapias, comprendidas en el programa europeo Hospital Sin Humo, entre otros programas.
Lo cierto es que los datos son alarmantes. En el Clínico de Madrid, el tabaquismo afecta al 38% del colectivo médico y de enfermería, según ha señalado Sainz. Pero estos no son los únicos conflictos. Según, Tomás Higuero, responsable de la empresa dedicada a la calidad de aire interior Aire Limpio, la falta de espacios habilitados para los fumadores puede generar discriminación entre los trabajadores, ya que los empresarios van a considerar más rentables a los no fumadores.
Aire Limpio basa esta opinión en un estudio elaborado en 50 oficinas en Madrid, que calcula entre 2.200 y 2.300 euros al año es coste para la empresa de las pausas para salir a la calle a fumar.
ejemplos Programas contra el tabaquismo
telefónica de españaEl 20% de empleados de la operadora que asisten a las terapias antitabaco de esta entidad abandonan el hábito de fumar. Según fuentes de la compañía, la aceptación de estos cursos, cuya particularidad es que se imparten a través de la red, ha sido muy fuerte. Prueba de ello es que el primer día que se colgó la primera terapia de la red, en 2003, se agotó el número de solicitudes hasta el punto de colapsar las plataformas. En 2003, fueron 421 los empleados de Telefónica de España que recibieron terapia, organizados en grupos de 20 tutorizados. El año pasado, los programas se han extendido a otras empresas del grupo. La terapia comprende un primer escalón de dos horas de duración a la semana (en un día), donde se hace reflexionar a los asistentes sobre los hábitos del tabaco mediante cuestionarios, ejercicios, foros, chats y trabajos en dinámica de grupo, con seguimiento hasta los nueve meses. Los alumnos que no lo consiguen y generan ansiedad son derivados a los profesionales médicos, que deciden sobre el uso de fármacos. Este año, habrá 2.000 nuevas plazas para sus trabajadores.ohlLa terapia elegida por esta constructora es la de la empresa americana Easy Way, basada en la motivación para abandonar el tabaco dejando al margen los medicamentos y los métodos coactivos. Su duración es de seis horas lectivas seguidas, impartidas en las instalaciones de OHL por los profesionales de la entidad americana. Paralelamente, los alumnos son sometidos a unas mediciones de monóxido de carbono, que actúan como motivadores si descienden los niveles, según señala Lola Galán, jefa del Servicio Médico de OHL. Mediante cuestionarios, la consultora define el perfil del fumador y el nivel de dependencia. OHL inició en 2003 estos programas, a los que asistieron 100 empleados divididos en cinco grupos de 20 personas. El año pasado fueron 40 los alumnos y en 2005 la cifra será la misma. Entre las particularidades de ese programa, que le cuesta a OHL entre 250 y 280 euros por empleado, destacan que el trabajador también se implica al hacerse cargo de una cantidad casi simbólica del coste (50 euros) y que Easy Way devuelve el dinero en el caso de que el trabajador no logre dejar de fumar.iberiaCinco años lleva la compañía aérea española impartiendo terapias antitabaco para los empleados, iniciativa que se puso en marcha desde el momento en que se estableció la prohibición de fumar en todos los vuelos. El servicio médico es el encargado de impartirlas y el tratamiento se basa en el utilizado por la Asociación Española Contra el Cáncer. Las sesiones, individuales, son de una hora de duración a la semana, impartidas por un psicólogo del servicio médico (en ocasiones apoyado también por un médico). En ellas, el psicólogo trabaja con el empleado reforzando la motivación mediante la aportación de pautas de comportamiento, basadas en técnicas de relajación, que sirven para combatir la dependencia del tabaco. Estas pautas van acompañadas de una modificación de los hábitos alimentarios y los modos de vida. El Servicio Médico de Iberia hace un seguimiento posterior al tratamiento, que dura siete semanas. Su tasa de éxito está alcanzado un 48% entre los que siguieron la terapia un año después del tratamiento. Hasta ahora han sido 207 las personas que han aceptado esta ayuda, dirigida a tripulantes y al personal de tierra.
A tener en cuenta
Uno de cada tres trabajadores fuma.Unas 10.000 personas murieron en 2004 a causa del tabaco.El coste de las pausas para fumar allí donde no haya salas para hacerlo puede ascender a 2.300 euros por empleado y año.