La Mutua Madrileña se adapta a los tiempos
Estrenar edificio ha sido sólo la parte visible de los cambios que se cuecen dentro de Mutua Madrileña. La aseguradora madrileña, fundada en 1930, dejó hace unas semanas la mítica sede de la calle Almagro para alojarse en el -también mítico- edificio de la Unión y el Fénix.
Estrenar edificio ha sido sólo la parte visible de los cambios que se cuecen dentro de Mutua Madrileña. La aseguradora madrileña, fundada en 1930, dejó hace unas semanas la mítica sede de la calle Almagro para alojarse en el -también mítico- edificio de la Unión y el Fénix. Bajo la presidencia del abogado José María Ramírez Pomatta, que accedió al puesto en junio de 2002, se han impuesto los nuevos tiempos y con ellos ha llegado la renovación de casi toda la cúpula directiva, el cambio de su tradicional aliado bancario, el Banco Popular por el Santander, una estrategia comercial más agresiva que implica expandir las fronteras de su feudo madrileño y diversificar sus productos.
Pomatta anunció hace tres años 'una nueva forma de gestión' y recientemente insistía en que 'en un par de meses anunciaremos cosas importantes'. La reestructuración, aunque llegando a su fin, parece no haber concluido aún y la dimisión anunciada la semana pasada del director general, Manuel Orúe, uno de los principales artífices de los cambios y que deja el puesto al año de asumirlo, mantiene abiertas las puertas a movimientos.
Y el eje parece ser su alianza con el banco presidido por Emilio Botín, donde la aseguradora posee un 1,04% del capital y sienta en el consejo a Luis Rodríguez Durón, presidente de Mutuactivos y consejero de la Mutua. De hecho, Rodríguez Durón ya tiene listo su despacho junto a Rodríguez Pomatta en el nuevo edificio de la Castellana, y fuentes del sector aseguran que será nombrado vicepresidente, un puesto que hasta ahora no está cubierto pero sí contemplado en los estatutos. La aseguradora niega que 'contemple este movimiento sobre la mesa'. De la mano de los nuevos tiempos Mutua, no descarta, sin embargo, vender pólizas a través de la red del Santander, lo que supondría un giro de 180 grados a la estrategia comercial de la Mutua, que funciona sin agentes.
Rodríguez Durón se perfila como vicepresidente de la aseguradora
Los lazos entre las entidades, que supusieron para Pomatta una inversión de 531 millones de euros, se han ido estrechando desde abril, con la salida del Popular, y se han materializado, por ahora, en los seguros de la flota de renting del Santander, un negocio que amplía en 15.000 vehículos la flota de 45.000 de la aseguradora. El potencial del Santander como primera entidad de financiación al consumo de Europa, supone también ampliar las miras de la primera mutualidad española.
En el marco de la diversificación de productos, Pomatta aspira además a ampliar la gama, hasta ahora centrada en auto. En el objetivo se encuentran los seguros de vida y una especial atención al impulso de los planes de pensiones.
Con una política de precios atractivos basada en bonificaciones, la Mutua ocupa en la actualidad el doceavo puesto en la lista nacional por seguro directo, con unas primas de 971 millones. El año pasado ganó 370 millones, un 57% más.
Tres años de cambios en el consejo
La dimisión de Manuel Orúe, director general, 'por motivos personales' ha sido el último cambio en toda una lista que se inició tras la llegada de Ramírez Pomatta a la presidencia de Mutua. En 2004, nueve de los trece consejeros dejaron la aseguradora. El detonante fue la ruptura con el Banco Popular y la alianza con el Santander, que puso de manifiesto las divergencias en el entonces equipo gestor.Los primeros en abandonar fueron José Periel García, ex presidente y José Antonio Herráiz, miembro de una histórica familia. A estas salidas le siguieron, antes de la junta de accionistas de junio, cuatro más, incluida la de Isidoro Unda Urzáiz. Posteriormente abandonó Pablo Isla y Jesús Platero, vicepresidente segundo y persona de confianza de Pomatta. Otro histórico, José Manuel Gómez Benítez señaló en su carta de dimisión que Pomatta 'había forzado la salida de demasiados consejeros por su autoritarismo e incapacidad de debate'. También Eric Gancedo, vicepresidente y consejero, dejó su puesto. Entre los que se han incorporado como consejeros se encuentran Alfonso Cortina, Luis Alberto Salazar, Arturo Baldasano, Miguel Corsini o Jaime Lamo de Espinosa. En julio pasado, Flavia Rodríguez Ponga, antigua subdirectora de Seguros se incorporó a la aseguradora como directora de la dirección general de negocio de la entidad.