Prudencia para el segundo trimestre

Optimismo y prudencia. Esos son los mensajes que están transmitiendo los analistas a los inversores cuando les requieren una opinión sobre el comportamiento de los mercados en el segundo trimestre del año, que se acaba de inaugurar. De momento, los tres primeros meses del ejercicio se han saldado con una subida del Ibex del 2%, en un mercado bastante plano, tranquilo y expectante, en el que Europa ha sido mejor negocio que Estados Unidos.

La opinión generalizada es que continuará esa lenta pero segura tendencia al alza de los mercados europeos de renta variable. Los expertos, no obstante, detectan dos inquietantes nubarrones en el horizonte. Por una parte, la expectativa de nuevas subidas de tipos de interés, sobre todo en Estados Unidos. Por otra, el incesante aumento del precio del petróleo, que ha superado con creces la barrera de los 50 dólares por barril y amenaza con asentarse durante tiempo por encima de ella.

En el lado contrario de la balanza, juegan la buena salud general de las grandes corporaciones, especialmente las europeas, y la eclosión de fusiones y adquisiciones de las últimas semanas. Las empresas han aprovechado los últimos dos años para sanearse, coger músculo y aspirar a ganar tamaño. Ello, ineludiblemente, moverá el mercado y ofrecerá jugosas posibilidades de inversión.

A la vista de estos elementos, los expertos apuestan claramente por la renta variable, bien en fondos, bien con compras directas, y aconsejan, siempre en el supuesto de un inversor que esté dispuesto asumir cierto riesgo, huir de la renta fija y del imprevisible mercado inmobiliario. Es más, los analistas pronostican que las bolsas europeas acabarán el año con una revalorización del 10%. Y que los artífices de esas subidas serán los valores tradicionales y más seguros del panorama bursátil. Banca, grupos energéticos, telecos y constructoras de primer nivel están en todas las quinielas.