Alta demanda de chino y árabe
La lengua materna de Shakespeare acapara el 97% de la demanda de quienes realizan un curso intensivo en el extranjero, aunque dos competidores de peso empiezan a desafiar su reinado. El árabe y el chino son los dos idiomas que ahora están captando una alta demanda por los alumnos españoles, impulsados por la expansión de empresas españolas en el gigante asiático y de la necesidad del árabe en los sectores sanitario y educativo.
La posibilidad de realizar cursillos intensivos en Damasco o en Pekín son algunas de las novedades que se presentarán al público durante la segunda edición del Salón de Idiomas organizado por la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero (Aseproce). La feria se celebrará simultáneamente este fin de semana en Barcelona (Edificio Europa. Paseo de Gracia, 111) y en Madrid (Estadio Santiago Bernabéu. Avda. Concha Espina, 1).
La organización, que agrupa a 60 empresas del sector, también dará a conocer diversos programas que combinan los cursos intensivos con ocio. Una estancia en Londres para profundizar en la obra de Agatha Christie puede convertirse en el método más eficaz para adoptar un perfecto acento inglés. Entre la oferta de estudios, complementados con la práctica de deportes o visitas culturales, destacan la posibilidad de realizar un intensivo de inglés en Australia combinado con clases de buceo o aprender italiano viajando por la región vinícola del Chianti.
Alternativas
Los amantes del arte pueden también descubrir las galerías londinenses o quienes prefieran relajarse, la asociación les propone un intensivo de inglés con yoga en Boston.
El presidente de la Aseproce, Ignacio Mas de Xaxas, señaló que nuevos destinos en los que realizar el aprendizaje de inglés están plantando cara a los tradicionales: Reino Unido, Irlanda y Estados Unidos. Países lejanos como Australia o Canadá, o incluso menos conocidos como Malta, se perfilan como alternativas.
Según datos de la Aseproce, cada año viajan al extranjero cerca de 100.000 estudiantes españoles para perfeccionar un idioma. La estancia, en el 75% de los casos, no supera el mes.