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Seguridad

ACS y Prosegur protegerán el metro de Madrid por 132,5 millones

SICE, filial de ACS, y Prosegur serán las encargadas de la puesta en marcha y gestión de un nuevo sistema de seguridad de Metro de Madrid, valorado en 132,5 millones de euros. El contrato, el más sustancioso adjudicado por este organismo hasta ahora, tendrá 10 años de vigencia e incluirá desde la instalación de aparatos de vigilancia en estaciones y trenes hasta la prestación de seguridad privada por parte de agentes.

La seguridad se ha convertido en una de las prioridades de empresas privadas y públicas. Meses después de los atentados terroristas de Al Qaeda, ocurridos el 11 de marzo de 2004, Metro de Madrid convocó un concurso de seguridad privada, valorado en 132,5 millones de euros. Se trata del contrato de seguridad de mayor envergadura concedido hasta la fecha por el Metro de Madrid. El ganador del concurso ha sido la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por la filial de ACS Sociedad Ibérica de Construcciones Eléctricas (SICE), con un 90%, y por Prosegur, con el 10% restante.

El contrato incluye la instalación de cámaras de vigilancia, que estarán repartidas por toda la red del metro, los centros de seguridad de línea, sistemas antiintrusión, plan de control por parte del personal de seguridad, vigilancia de acceso a los cuartos de señalización y energía, e instalación de material móvil.

Los objetivos de la sociedad madrileña son potenciar la atención en las estaciones y trenes, agilizar las actuaciones de emergencia con una gestión rápida ante posibles incidentes, y coordinar todas las actuaciones de control apoyando la actividad del transporte. Para hacerlo posible, aumentará el número de cámaras de vigilancia y el de conexiones entre estaciones y trenes. La filial de ACS se ocupará de las instalaciones de estos sistemas y Prosegur de la vigilancia, a través de sus agentes.

Sistema coordinado

Las amenazas de terrorismo internacional agudizan la sensación de miedo y, desde los organismos se habla de la necesidad de contar con sistemas de vigilancia coordinados que permitan controlar los espacios públicos.

El plan a largo plazo de Metro de Madrid incluirá un nuevo servicio que permita al conductor del tren controlar los andenes a 100 metros antes de llegar a la estación y 100 metros después de pasarla. De esta forma, el maquinista podrá saber lo que ocurre en un andén, y si hay o no aglomeraciones en el mismo antes de alcanzar la parada, dicen sus responsables.

También se incluirán transmisores en el interior de los coches para que las imágenes captadas por las cámaras sean vistas desde los puestos de seguridad. El telecontrol es, de hecho, el eje sobre el que gira todo el planteamiento del nuevo sistema de seguridad.

La entidad pública renovará, además, las instalaciones actuales que se hayan quedado obsoletas. Según el pliego de condiciones publicado por la entidad madrileña en el Boletín Oficial del Estado, las dos empresas que forman la UTE, SICE y Prosegur, serán las únicas responsables de todo el proceso de modernización, instalación y mantenimiento del sistema de seguridad, 'por lo que no podrán subcontratar a terceros, parte o la totalidad de estos servicios'.

Desde su fundación, en 1921, SICE ha trabajado para grandes proyectos en el campo de las aplicaciones eléctricas, equipos de señalización urbana y de ferrocarriles. En 1970, la filial de ACS inició el diseño y fabricación de reguladores de tráfico electrónicos. En 1972, se especializó en esta actividad y levantó un centro de producción en Madrid. En los años 80, logró adjudicarse el sistema de regulación del tráfico en Madrid. A este le siguieron otros muchos en Sevilla, Zaragoza, Bilbao, etcétera. Con una plantilla de más de 1.700 empleados, esta filial de ACS factura alrededor de 250 millones de euros.

Objetivos

Metro de Madrid se ha trazado como propósito coordinar la seguridad interna del metro con el exterior, hacer más efectivas las actuaciones de emergencia en caso de incidentes, y contar con una respuesta rápida en el mantenimiento de las instalaciones.

La empresa de vigilancia, imparable en compras

Prosegur ha dado un giro importante desde que cambió su equipo directivo el pasado año. En julio, salió de la presidencia Carlos Martínez Campos, quien fue sustituido por su accionista mayoritaria, Helena Revoredo, con el 50% de las acciones. Desde entonces, la compañía ha ido de compras para hacerse más fuerte en el sector de la seguridad privada. A finales del año pasado, anunció la adquisición de dos de sus competidoras, por 60 millones de euros. Se trata de CESS, Compañía Europea de Servicios de Seguridad, y de ESC, Servicios Generales por las que pagó 60 millones de euros. Estas dos compañías facturan juntas 100 millones de euros y cuentan con una plantilla de 4.500 empleados. Ambas operan en Cataluña, Madrid, Levante y Andalucía. Hace escasamente unos días, Prosegur se hizo también con los activos de la empresa de transporte de fondos brasileña Preserve Segurança e Transporte de Valores por 30,5 millones de euros. Con esta operación, Prosegur puede avanzar en el negocio internacional y lograr hasta un 35% de cuota de mercado en aquel país. Sin embargo, y pese a contar con mayores ingresos, el beneficio de Prosegur cedió un 54,8% en 2004 (ganó 20,6 millones) debido a un resultado extraordinario negativo de 27 millones que se dirigió a amortizar el fondo de comercio de sus empresas que operan en Francia.

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