¿Puede el bono de EE UU convertirse en deuda basura?
Si no se toman medidas, el endeudamiento de EE UU, Alemania y Francia superará el 200% de su PIB a mediados de siglo. La calidad crediticia soberana de estos tres países y también de Reino Unido (actualmente en triple A, el máximo grado de inversión) se verá tan presionada a causa del envejecimiento de la población, que en tres décadas bajará hasta el grado especulativo; la misma categoría que ostentan hoy países como Perú, Colombia o Indonesia. Así lo ve Standard & Poor's en un informe en el que insta a los Gobierno a reformar la sanidad y los sistemas de pensiones.
El estudio es más un ejercicio de imaginación que un verdadero cuadro de previsiones. 'Es altamente improbable que los Gobiernos permitan que la deuda caiga en una espiral incontrolable semejante', reconoce S&P, que aún así advierte que 'queda mucho por hacer para equilibrar las finanzas públicas'.
El punto de partida es un hecho ya constatable: 'En la UE-15, la fertilidad ha caído precipitándose a menos de 1,5 niños por mujer desde finales de los noventa, frente a los 2,7 de 1964', afirma S&P. Si la trayectoria actual persiste, para el año 2050 el porcentaje de población en edad de trabajar caerá en EE UU desde el 67% actual al 62%. El cambio será más dramático en Europa, del 66% al 56%. Los datos de la agencia de rating se basan en las proyecciones demográficas de la ONU.
Para Standard & Poor's, las reformas no urgen sólo en el sistema de pensiones, 'donde se ha puesto todo el énfasis político', sino de forma especial en los costes que conlleva la cobertura sanitaria. El debate está abierto, pero S&P admite que 'el valor de tener hoy unas cuentas públicas saneadas no es todavía demasiado apreciado'.
La gran excepción de las cuentas públicas de Italia
El estudio de S&P incluye también a Italia, un país que afronta un proceso dramático de envejecimiento demográfico, pero que a juicio de la agencia de calificación ha hecho ya un esfuerzo notable para poner orden en sus cuentas. 'El ejemplo de Italia en las últimas dos décadas es instructivo. Una vez que los Gobiernos se ven con cargas de deuda insostenibles reaccionan, aunque con renuencia, endureciendo la política fiscal', explica la firma de rating.De hecho, si no hubiera cambios en la política fiscal en los próximos 50 años, los bonos italianos no sólo no bajarían de calidad, sino que ésta mejoraría incluso hasta alcanzar la triple A, que hoy todavía no tienen.