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Tribuna
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La banda ancha se hace móvil

La telefonía móvil de banda ancha va a producir una revolución en las actividades personales y de trabajo tan importante como la que tuvo lugar con la introducción de la telefonía móvil vocal. El autor cree que este cambio será real con la llegada de la tercera generación

Quién no ha pensado en la cada día más evidente necesidad de contar con un acceso a internet de alta capacidad y calidad en cualquier momento y lugar? ¿O en poder llevarse la conexión a internet durante el fin de semana o las vacaciones a su lugar de descanso? Estos interrogantes son toda una aspiración personal, reflejo de una creciente necesidad sentida en sectores profesionales y empresariales cada vez menos privilegiados. Y la respuesta a esa aspiración está en la telefonía móvil de banda ancha. Su implantación a gran escala nos cambiará la vida tanto o más de lo que lo hizo la telefonía móvil vocal. Si una nos liberó de la atadura al teléfono fijo, la otra nos librará de la ubicación fija del puesto de trabajo, aportando evidentes mejoras en la calidad de vida y en la productividad individual y colectiva.

La telefonía móvil de banda ancha, evolución de la popularizada y ampliamente extendida telefonía móvil GSM, es una realidad que hoy en día cuenta en España con tres sólidos operadores, una cobertura virtualmente total y 39 millones de posibles usuarios. Sin duda hay otras soluciones complementarias como Wifi, para distancias y entornos reducidos, o Wimax que, cuando esté disponible, ofrecerá accesos inalámbricos sin movilidad a mayores distancias y ancho de banda que Wifi.

En pocos meses la banda ancha móvil será una realidad de amplia presencia y demanda en nuestro país

Sin embargo, este ansiado potencial que encierra la banda ancha móvil sólo será real con la llegada de la denominada Tercera Generación. Sólo entonces podrán los operadores satisfacer la creciente demanda de movilidad a través de la conexión de banda ancha a internet y redes corporativas. Se trata de una demanda evidente si analizamos la venta de ordenadores personales portátiles tipo laptop y dispositivos móviles con capacidades multimedia.

Esto se hace aún más claro si tenemos en cuenta que más de un tercio de los tres millones de ordenadores vendidos en España durante el pasado año fueron de este tipo y que gran parte del potencial de uso de estos equipos desaparece cuando no se dispone de acceso a internet. O que más de la mitad de los 15 millones de dispositivos móviles vendidos dispone de esas capacidades multimedia y, en muchos casos, constituyen ya una herramienta básica de gestión del correo electrónico personal, entre otras aplicaciones.

Al liberarnos de la ubicación en un puesto de trabajo fijo en un edificio concreto, la telefonía móvil de banda ancha aporta importantes ventajas de libertad y eficiencia económica, producto de aspectos tan diferenciadores como la movilidad real, la seguridad e invulnerabilidad en la comunicación, la inmediatez en la activación, y el acceso universal, tanto para la cobertura en exteriores como para la de interiores, lo mismo a nivel nacional que en el extranjero.

En pocos meses, la banda ancha móvil será una realidad de amplia presencia y demanda en nuestro país, como lo es ya en Suecia, Italia y el Reino Unido. Según los cálculos más optimistas más de la mitad de los usuarios móviles serán usuarios intensivos de servicios de banda ancha móvil en sólo cinco años, lo que representará en España un mercado superior a los 10.000 millones de euros.

Pero los servicios de telefonía móvil de banda ancha no sólo beneficiarán a los usuarios profesionales. Cada día es mayor el número de usuarios particulares que disponen de un ordenador portátil y que no centran su utilización en hacer descargas masivas. Es difícil dudar que ellos también valoran la importancia de una conexión a internet de banda ancha de calidad, disponible en cualquier lugar, incluso si viajan al extranjero, y muy especialmente si al tiempo pueden unificar sus facturas de banda ancha y de telefonía móvil, ya que la recepción de ambos servicios puede ser suministrada por el mismo operador.

Además de voz y servicios cada vez más avanzados, las redes de tercera generación podrán ser utilizadas, junto con la evolución a sistema de datos mejorados para la evolución global EDGE (Enhanced Data for Global Evolution) de las de GSM ya existentes, para soportar la telefonía móvil de banda ancha en España. Ya hay miles de usuarios que, gracias a la constante y decidida apuesta de los operadores españoles, acceden a internet a velocidades reales superiores a 300 Kbps. Estamos seriamente comprometidos con el desarrollo, implementación y evolución de las redes de tercera generación y su evolución para que, a finales de este mismo año, se pueda disponer del servicio comercial HSDPA (High Speed Downlink Packet Access), con velocidades de acceso superiores a 4 Mbps, para alcanzar posteriormente los 14 Mbps. Pero la conexión a internet o intranet no va a ser el único servicio de banda ancha ofrecido por los operadores de telefonía móvil. Junto a éstos, y a los ya tradicionales de voz y mensajes de texto y fotos, esta convergencia del móvil con la banda ancha permite ya una serie cada vez más importante de soluciones de valor añadido que, como la videotelefonía, la descarga de vídeos, la música de alta calidad, la televisión en el móvil, etcétera, se verá notablemente ampliada en el futuro según se avance en la convergencia de servicios.

Del mismo modo que después de una década de su llegada a España más del 90% de los ciudadanos usan intensamente la telefonía móvil, en Ericsson confiamos en que esa experiencia de éxito acompañe la penetración de la banda ancha móvil en nuestro país. Nuestras pautas de vida serían irreconocibles si en 2015 ésta hubiera conquistado la misma cuota de mercado que la telefonía móvil de voz ha alcanzado en 2005.

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