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Estatua

Franco desaparece del paisaje de Madrid

La retirada la pasada madrugada de la última estatua de Francisco Franco en Madrid, la escultura ecuestre que estaba situada en la plaza de San Juan de la Cruz, cerca de Nuevos Ministerios, ha suscitado encendidas reacciones en contra y a favor de los principales representantes políticos. El Gobierno lo ha calificado de "un acto de normalidad democrática", mientras que el PP piensa que puede "abrir heridas y rencillas entre los españoles". Por su parte, IUse ha felicitado de la retirada de un "anacronismo", aunque ha reclamado que la medida se extienda a todos los símbolos de la dictadura que aún hay en España casi 30 años después de la muerte del dictador.

El líder del PP, Mariano Rajoy, considera que la decisión de retirar la estatua de Franco es meramente un "acto de cara a la galería" y un intento del Gobierno de "resucitar" el pasado porque "no tiene ni una idea de cara al futuro". Rajoy ha recordado la Constitución del 78 como un esfuerzo colectivo por "mirar hacia adelante" y no hacia un pasado que "algunos quieren resucitar": "La quintaesencia de eso es el presidente que tenemos". En la misma línea, el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, ha acusado al Gobierno de "abrir heridas y rencillas entre los españoles" y ha rechazado que se hagan "lecturas parciales de la Historia".

El dirigente popular se ha adherido a la opinión expresada por Felipe González cuando dijo que "lo que hubiera merecido la pena es haber tenido valor [de retirarla] en vida [del dictador] y no a estas alturas". "Lo que hay que hacer es mirar al futuro", ha resumido, en contraste con el Gobierno, que está "permanentemente en el debate del pasado". Muy distinta es la opinión del Gobierno. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, ha descrito la medida como "un acto de normalidad democrática", ya que su presencia no contaba con el "amplísimo consenso" que requiere un símbolo.

El Ayuntamiento no fue informado

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La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, de quien partió la orden, ha considerado que era "el momento oportuno" y ha subrayado que es normal "que los símbolos de los regímenes no democráticos no estén en la democracia". Al ministro de Trabajo, Jesús Caldera, le parece "oportuno" y le hace sentirse "mejor". El ministro ha vinculado la retirada con las obras del túnel ferroviario que une Atocha con Chamartín. Tras calificar la eliminación del monumento como "normal y razonable en democracia", ha asegurado que permitirá devolver la escultura, "30 años después" de la muerte del caudillo y de la vuelta a la democracia, a su propietario, pese a reconocer que existen "dudas jurídicas" sobre su propiedad.

El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, ha justificado la retirada en que "se incardina dentro de las decisiones adoptadas en el curso de esta legislatura para terminar con los últimos símbolos de la dictadura" y para reparar a las víctimas. El portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado entender que Rajoy haya salido ante los medios "torciendo el gesto", ya que tiene votantes "a los que eso no les gusta". En su opinión, la estatua era un símbolo de "división y enfrentamiento" entre españoles. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha asegurado que no sabía que de Fomento iba a retirar la estatua, aunque otorgó la licencia para las obras. En todo caso, ha subrayado que todos los símbolos franquistas que quedan en Madrid "no son municipales, son del Estado".

Por su parte, el líder de IU, Gaspar Llamazares, ha considerado "imprescindible" la retirada de la estatua del general porque suponía "un anacronismo". Llamazares confía en que con la retirada del monumento "se inicia un proceso de retirada de la simbología franquista en las calles y pueblos de España". Aunque comprende que se haya retirado de madrugada para no alterar el tráfico, entiende que sería "ilustrativo que se pueda hacer a la luz del día", porque "no hay ninguna vergüenza para quitar lo que es una vergüenza: que se mantengan símbolos de la dictadura que se deberían haber retirado hace mucho tiempo". El grupo municipal de IU ha abogado por que se aproveche la retirada de la estatua para hacer lo mismo "con las 167 referencias franquistas que IU tiene contabilizadas en las calles de Madrid" y así lo ha pedido al Ayuntamiento.

Concurso de ideas

Fomento ha ordenado que se convoque un "concurso de ideas" para "reemplazar" la estatua de Franco "por un símbolo representativo de la concordia entre los españoles", según ha informado el Ministerio en un un comunicado, en el que precisa que se eligió la madrugada para la retirada "para evitar la afectación del intenso tráfico rodado de la zona, ya severamente constreñido por los cortes de tráfico producidos por el incendio del edificio Windsor, así como para evitar problemas de orden público".

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