Brown presenta un presupuesto con la vista en las elecciones
El ministro británico de Economía, Gordon Brown, presentó ayer al Parlamento el que será el último presupuesto antes de las elecciones, previstas para mayo, y en el que hubo regalos para todos: jubilados, quienes estrenan casa, herederos de fortunas familiares y también empresas.
Brown, quien aspira a suceder al primer ministro, Tony Blair, en el transcurso de la próxima legislatura anunció la devolución de una parte del impopular impuesto municipal para los jubilados y les dijo que podrán además utilizar en el futuro gratis los autobuses urbanos en todo el país. Para el caso de que los laboristas ganen su tercera victoria consecutiva en las urnas, el ministro prometió asimismo una elevación del umbral exento en el impuesto sobre la herencia.
Prometió igualmente congelar una serie de impuestos: sobre la gasolina, el impuesto de sociedades, el de plusvalías, el que grava a los pasajeros aéreos o el de las primas de seguros, así como el impuesto sobre los licores.
Por el contrario, subirán, aunque en distinto grado, los que gravan la cerveza, el vino y los cigarrillos.
Brown afirmó de el Reino Unido ha crecido durante los ocho últimos años a un ritmo doble del registrado por la mayoría de los otros miembros del G7: 'Gran Bretaña experimenta actualmente el más largo período de crecimiento económico sostenido desde que comenzaron a guardarse ese tipo de datos en 1701'. El ministro anunció que el presupuesto incluye el equivalente de 584 millones de euros extraordinarios para gastos de defensa y explicó que las guerras de Irak y Afganistán y la que se lleva a cabo contra el terrorismo internacional le han costado al país más de 7.154 millones de euros.