El núcleo duro del diálogo social
Gobierno, patronal y sindicatos empezaron ayer la auténtica negociación para reajustar la legislación laboral, tras ochomeses de buenas intenciones en los que únicamente se habían identificado las deficiencias. Ahora, losministerios de Economía y de Trabajo se han sentado con los empresarios y los sindicatos para buscar soluciones al verdadero núcleo de las relaciones laborales en España, al entramado de cuestiones que determinan la generación de puestos de trabajo. El señuelo inicial del compromiso de julio pasado, en el Palacio de la Moncloa, fue reducir las altas tasas de temporalidad, que se resisten a ceder pese a inyectar durante ocho largos años bonificaciones intensivas sobre la generación de empleo fijo. Pero la presión del Ministerio de Economía y de la CEOE ha logrado poner sobre lamesa la necesidad de hablar de ¢todos los costes que determinan el empleo fijo¢, por considerar que son éstos precisamente los que condicionan la contratación temporal, que ya afecta a más de cuatro millones de personas, sobre todo jóvenes. Por tanto, ahora se hablará del coste laboral y de todos sus componentes: salarios, cotizaciones, carga fiscal directa sobre el trabajo, bonificaciones a los contratos y despido. La experiencia de relaciones industriales democráticas recuerda que cada vez que estas variables se han flexibilizado, y se ha hecho con inteligencia, se han cambiado los comportamientos del mercado laboral, generalmente con mayor generación de empleo, aunque su calidad pueda ser discutible. La temporalidad en España es la más alta de la UE, y debe reducirse a los parámetros razonables de una economía de servicios. Pero los costes extrasalariales y de rescisión tienen todavía el precio del proteccionismo franquista. Por eso deben ser europeizadospara competir en igualdad de condiciones, algo más urgente cuando la globalización no conoce fronteras.