El Salón Náutico convierte a Madrid en el principal puerto deportivo del país
Este fin de semana abre sus puertas en Ifema la séptima muestra náutica de Madrid. Y arranca con la llamativa novedad de cambio de nombre. Deja de ser Exponáutica para adquirir una denominación más en línea con sus homólogas internacionales: Salón Náutico de Madrid. Hasta el próximo miércoles 16 se podrán visitar en el pabellón 9 del recinto ferial madrileño 155 expositores y un total de 263 embarcaciones.
Pero no sólo visitar. También comprar, pues desde distintas fuentes se destaca el carácter netamente comercial del salón de Madrid. Aunque no hay cifras exactas de ventas de barcos de ediciones anteriores, Francisco Rivas, director general del astillero gallego Rodman, declara que es fácil que vendan entre ocho o diez barcos en Madrid estos días. Y, además, la posibilidad de iniciar contactos que terminen con éxito.
Jaime Cortecero, director de motores de recreo de Volvo Penta, que tiene en el salón una presencia más corporativa que comercial, resalta que en el caso de otros astilleros con productos más pequeños, las ventas de barcos entre 6 y 8 metros de eslora han llegado a las 20 o 25 unidades. 'Por eso, éste es un certamen muy interesante para las distribuidoras', afirma del directivo de Volvo.
Y es que Madrid se ha consolidado como salón de referencia en España y puede perfectamente convivir con el Náutico de Barcelona. 'Son complementarios, no competencia', resalta Alfonso de Borbón, director del Salón madrileño. Rivas es de la misma opinión: 'Barcelona es Barcelona, pero son compatibles y deben sumar. La náutica va a más y es normal que haya dos grandes salones en España', asegura.
Lejos, pues, de aquellas primeras opiniones más escépticas. El mismo director general de Rodman declara que al principio no veía muy claro el Salón madrileño. 'Cuando tenga más espacio irá a más', vaticina Rivas. José Castellote, hasta hace poco tiempo presidente de CINA (Centro Internacional de Navegación de Arousa), miembro del comité organizador del Salón y uno de los pioneros, incide en este punto. 'Se acogió con poca fe el certamen cuando lo propusimos, pero al final convencimos a la directiva de Ifema. No hay que olvidar que el 30% de los barcos amarrados en el Mediterráneo son propiedad de madrileños', aclara.
Y es que el público de la feria es en general muy entendido. De hecho, como resalta el director del Salón, 'en Madrid nos resultaría muy sencillo llenar la feria de visitantes. Pero no es el objetivo, buscamos aumentar la presencia de gente con interés y experiencia', sostiene.
Y el futuro del Salón madrileño está muy ligado a seguir captando este público. De hecho, Madrid registra, tras Cataluña, el mayor número de nuevas licencias de las distintas titulaciones náuticas de recreo. 'Nosotros, desde CINA, ayudamos a atraer muchos aficionados, pues repartimos dos o tres mil invitaciones', declara Castellote. En esta línea, una de las ideas futuras es intentar que la convocatoria de exámenes para la titulación del primer trimestre se realice en Ifema coincidiendo con el Salón Náutico. Es, de momento, un proyecto.
Por tanto, el Salón continúa apostando por la atracción del visitante que no sólo viene a mirar, sino que es un aficionado de la mar y por tanto un cliente potencial de los expositores. De hecho, de los 33.000 visitantes previstos, la mitad acude mediante invitación sin tener que pagar en taquilla.
Con todo ello, queda patente para el comité organizador que el Salón cumple con creces sus expectativas y la de los expositores, a tenor del éxito de demanda que tiene año tras año. Y también se ha consolidado en fechas. Antes de Semana Santa, pues marca la apertura de la temporada. Los aficionados vuelven a pensar en los barcos, los que ya tienen, en prepararlos o incluso en cambiarlos, y los que no, en comprar. Por eso, las fechas son inamovibles. Pero tienen el handicap del espacio, ya que, como en esta ocasión, deben compartir pabellones con la multitudinaria Expo-Ocio. En cualquier caso, el compromiso es que no vuelvan a coincidir en futuras ediciones.
Con todas estas perspectivas arranca el Salón Náutico de Madrid. Aunque la náutica sigue boyante, los resultados de los últimos meses, según fuentes del sector, parecen arrojar un aterrizaje suave y las ventas están por debajo de las previsiones. Aun así, existe el convencimiento de que el segundo semestre puede mejorar. La cita de estos días en Madrid puede ser un termómetro.
Además, el sector sigue afrontando los problemas de siempre: una fiscalidad mayor que sus competidores europeos y una falta de amarre. Sin embargo, según distintas fuentes, el sector no consigue aunar fuerzas para acudir ante las autoridades en demanda de soluciones.
La patronal ADIN no juega un papel beligerante, según estas fuentes, y se están realizando movimientos para activarla o incluso para crear una nueva que pueda abrir las puertas de los despachos decisorios para la náutica.
Las cifras
229.000 unidades componían la flota española de embarcaciones deportivas en 200312.173 embarcaciones se matricularon en España en 2003, un 8% más que el año anterior10% de embarcaciones matriculadas en 2003 se destinaron al negocio de alquiler
Fiscalidad y falta de amarres, los problemas
Un año más, el sector náutico incide en los grandes problemas con los que se encuentra en España y que impiden crecer a mayor ritmo. En primer lugar, la fiscalidad de las embarcaciones, que, igual que en el caso de los vehículos, tienen un impuesto de matriculación (12%), a diferencia de otros países europeos.En especial el sector mira hacia Italia, país protector por excelencia y donde incluso se rebaja el impuesto a los grandes barcos. El otro handicap es la falta de amarres. Aunque éste es un mal que afecta a todos los países con costa, en España el porcentaje de puertos deportivos es menor.Desde el sector se insiste en las bondades económicas de las marinas como atractivo de un turismo de mejor calidad y mayor poder adquisitivo. En España este año se inaugurarán cuatro puertos y hay otros cinco en construcción.