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Lealtad, 1
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Riesgo de inflación a la vista

Los mercados llevan dos o tres semanas atemorizados por un peligro tan viejo como ellos mismos, pero que había pasado los últimos años, los de la crisis y los primeros de la recuperación, dormido. La inflación. No ha sido hasta este 2005, cuando han pasado casi dos años del mínimo de la Bolsa de marzo de 2003, cuando el temor a los precios se ha instalado como variable en las mesas de negociación.

No hace tanto tiempo los analistas más agoreros hacían referencia al riesgo de deflación y crisis crediticia como consecuencia de la resaca de los excesos de la burbuja. Ahora la situación se ha dado la vuelta como un calcetín y la balanza de riesgos que siempre está en la mente de los economistas se inclina hacia el otro lado. El alto precio del petróleo y los bajos tipos de interés forman un cóctel que amenaza con tirar al alza de los precios, con las consecuencias que ello tiene en términos de financiación y política monetaria.

La preocupación de los inversores se centra, por encima de todo, en la situación en Estados Unidos. El mercado ha registrado algún que otro susto espontáneo por culpa del miedo a la inflación, pero en las últimas jornadas el nerviosismo pasajero ha dado paso a un temor ya instalado en el sentimiento de mercado y en los propios precios. Los tipos de interés a los que se paga la renta fija de Estados Unidos, por ejemplo, lo reflejan. Y algunas compañías sensibles a estos mismos tipos de interés -que a su vez dependen de los tipos de referencia y la inflación- se han visto castigadas en Bolsa.

El proceso tiene mucho de normalización, y de hecho lo que menos sentido tenía era un entorno en el que el consenso de un mercado -el de la renta variable- y las previsiones de los expertos apuntaban en una dirección mientras los precios de la renta fija apuntaban en la contraria.

El problema queda en Europa. Con buena parte de la munición fiscal gastada y las grandes economías estancadas, un entorno mundial de tipos altos no es buena noticia. Salvo que se compense con un retroceso del euro.

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