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José María Balañá

'El mercado jurídico español está en expansión'

Cree que los últimos años han sido buenos para la abogacía 'y lo seguirán siendo'. Es una de las razones que han impulsado al despacho británico Lovells a abrir en Madrid. Cree que la transparencia acabará por contagiarse también a los bufetes

Dirige Lovells desde el pasado mes de septiembre, cuando este despacho anglosajón tomó la decisión de abrir sus puertas en España. José María Balañá es licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona y ha trabajado en el despacho de Bruselas de Loeff Claeys Verbeke. Más tarde se incorporó al bufete Cuatrecasas, donde fue socio responsable del grupo de fusiones y adquisiciones en la oficina de Madrid hasta su 'fichaje' por Lovells.

Pregunta ¿En qué se diferencia Lovells de otros bufetes de abogados?

'El despacho participa en acciones de responsabilidad social'

'La clave del éxito de cualquier organización son las personas'

Respuesta Es un despacho internacional, con solera, que se creó en el siglo XIX y hoy está presente en 27 jurisdicciones. Actualmente emplea a unas 3.000 personas, contando con abogados y otros profesionales de apoyo. Se dedica al asesoramiento en materia de Derecho de empresa y es uno de los despachos más importantes del mundo. Y aunque cantidad no significa calidad, sí es cierto que la presencia en múltiples jurisdicciones te da la capacidad para trabajar en asuntos a los que despachos más pequeños o de carácter más local no pueden acceder, porque no disponen de los medios para hacerlo.

P Hubo una época, hace unos años, en la que llegaron muchos despachos internacionales, sobre todo anglosajones. ¿Por qué se lo ha pensado tanto Lovells para instalarse en España?

R La idea de venir a España no es ni nueva ni reciente. Lovells había intentado un acuerdo de asociación con el despacho de Albiñana y Suárez de Lezo que no fructificó. Después de analizar las distintas oportunidades que ofrecía el mercado español se decidió montar un despacho, no integrando uno ya existente, sino creándolo.

P Usted era socio de Cuatrecasas que es uno de los bufetes grandes, ¿qué es lo que le sedujo de Lovells para plantearse el cambio?

R Me sedujo el mundo internacional. La posibilidad de trabajar en operaciones importantes y desarrollarlas a través de una red integrada. Si hay que trabajar en un mercado europeo, hay que estar en un despacho europeo y Cuatrecasas es un bufete Ibérico. Además, me cogió en un momento idóneo desde el punto de vista personal y profesional y pensé que era una buena oportunidad.

P ¿Qué estructura tiene el bufete en España?

R La de la mayoría de despachos en el mundo. Es propiedad de sus socios y yo soy un socio más dentro de esta sociedad de profesionales.

P ¿La gestión empresarial le está llevando más tiempo en este momento que la práctica profesional?

R Es cierto que hay mucho trabajo, pero cada vez nos vamos organizando mejor. Es verdad que hay que dedicar mucho tiempo a los procesos de selección, pero también vamos ya completando nuestro equipo de profesionales, porque la clave del éxito de cualquier organización de servicios son las personas.

P ¿Qué objetivos tiene Lovells en España?

R Nos hemos fijado el objetivo de ser un despacho pluridisciplinar. No queremos quedarnos, como hacen algunos despachos, sólo en derecho bancario o fusiones o adquisiciones, etc. Queremos un despacho multidisciplinar. Y lo primero es tener profesionales en todas las áreas. Por ejemplo, en el área de Tributos hemos incorporado al ex director general de Tributos, Miguel Ángel Sánchez. En materia de contencioso, hemos fichado a alguien de Landwell. Estamos incorporando a socios en las siete áreas que creemos prioritarias.

P ¿Cuál es el cliente tipo del bufete en España?

R No existe cliente tipo. Son muy variados. Pero sí se puede decir que los asuntos, por nuestra ventaja de visión global respecto a otros despachos, tienen un planteamiento multipráctica.

P ¿Cómo está el mercado de la abogacía en España? ¿Hay sitio para un nuevo gran despacho de abogados como pretende ser Lovells?

R Sí, sin duda es nuestra vocación. En primer lugar, el mercado de servicios jurídicos en España está en crecimiento en los últimos cuatro o cinco años y lo seguirá haciendo. Y en segundo lugar la coyuntura no es mala, con lo cual, vamos a asistir a un buen año para despachos como el nuestro, que se dediquen a las grandes operaciones y a estar presentes en el ámbito de los negocios. Además, estamos convencidos que una economía en crecimiento como la española demanda cada vez más servicios jurídicos.

P Ustedes que asesoran a sus clientes sobre la conveniencia de las medidas de buen gobierno y, en general con la responsabilidad corporativa, ¿aplican estos criterios internamente?

R Sí, por ejemplo a raíz de la catástrofe de Asia hemos establecido que por cada euro donado por los abogados a cualquier ONG el despacho duplica esa cantidad hasta una cantidad límite de 75.000 euros. Además se organizaron subastas de libros usados y hubo un par de abogados que se cruzaron toda Inglaterra en bicicleta e iban recabando fondos. Hay una voluntad de participar activamente en actividades de responsabilidad social.

P ¿Y en asuntos de transparencia?, porque los bufetes de abogados no lo son mucho, ¿no?

R Eso no es cierto. Los despachos de abogados somos cada vez más transparentes. Muchos de ellos ya presentan sus cuentas en el Registro Mercantil. Nosotros no lo hacemos porque al ser una sociedad de profesionales no tenemos obligación, pero hay una tendencia a que los despachos se conviertan en sociedades de responsabilidad limitada, porque hasta ahora los abogados tenemos una responsabilidad ilimitada con todo nuestro patrimonio. Estoy convencido de que los despachos serán cada vez más transparentes.

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