Arranca la Fórmula 1 con Alonso como aspirante
La Fórmula Uno arranca el domingo en Australia. El campeonato está marcado por las disputas económicas y la prohibición de la publicidad de tabaco en los coches
El gran circo de la Fórmula Uno (F1), un espectáculo a medio camino entre el deporte, la alta tecnología y el negocio, se pone en marcha. Hoy arranca en el circuito de Albert Park (Melbourne) la primera jornada de entrenamientos del Gran Premio de Australia, la primera carrera del mundial 2005, que se celebrará en la madrugada del sábado al domingo (cuatro de la mañana, Telecinco). Los 2.000 millones del presupuesto conjunto de las 10 escuderías que participan en el campeonato echan pues a rodar.
El enemigo a batir es una vez más Michael Shumacher y su nuevo Ferrari F2005, recién salido de la fábrica que la escudería del cavallino rampante tiene en Maranello, cerca de Módena (Italia). El piloto alemán, de 36 años, ha batido todos los récords de este deporte: siete veces campeón del mundo, las últimas cinco de forma consecutiva. Hay que remontarse hasta 1999 para ver a alguien en lo más alto del cajón que no llevase el mono rojo de Ferrari. Entonces ganó el finés Mika Hakkinen, a los mandos de un McLaren.
El reto de acabar con la hegemonía de Shumacher no va a resultar nada fácil. Cada año se habla de su ocaso y cada año él se encarga de desmentirlo. En 2004 se impuso en 13 de las 18 carreras del mundial. Las migajas las recogieron su compañero de equipo Barrichello (dos triunfos) y Jarno Trulli (Renault), Kimi Räikkönen (McLaren) y Juan Pablo Montoya (Williams) con una victoria cada uno.
A tenor de los resultados de los test de invierno realizados por las escuderías, principalmente en los circuitos españoles (Montmeló, Cheste y Jerez), Renault se presenta como la principal alternativa al dominio de Ferrari. El nuevo R25, el único coche del mundial que se construye en dos sedes distintas (el chasis en Enstone, Reino Unido, y el motor en Viry, Francia) ha sorprendido a todos. Tras la marcha de Trulli a Toyota, Fernando Alonso pasa a ser el primer piloto de la marca del rombo. Giancarlo Fisichella será su nuevo compañero.
Tras acabar cuarto y sexto en 2004 y 2003 respectivamente, Alonso gozará ahora de mayores atenciones pero deberá soportar más responsabilidad. Ya lo avisó Louis Schweitzer, presidente de Renault, durante la presentación del nuevo monoplaza. 'Sólo seguiremos en la Fórmula Uno si logramos la victoria. Nos gustaría estar a largo plazo en este deporte apasionante, pero es muy caro y no nos interesa ser de los que llegan detrás'.
Las preocupaciones económicas de Schweitzer, compartidas por más equipos, pueden acabar con un cisma en la F1. El denominado Grand Prix World Championship (GPWC), grupo de presión integrado por BMW, DaimlerChrysler, Honda, Renault y Toyota, mantiene actualmente un pulso con Bernie Ecclestone, el viejo patrón de la F1. Le reclaman el 75% de los 800 millones de dólares de ingresos que genera anualmente este deporte, frente al 30% que cobran actualmente.
De lo contrario amenazan con montar un campeonato paralelo a partir de 2008, año en el que expira el contrato actual.
Ecclestone, presionado por los bancos de inversión que controlan los derechos comerciales de la sociedad que gestiona la F1 tras la quiebra de Leo Kirch, sólo ofrece el 50%. Su as en la manga es que ya ha firmado con el actual icono del mundial, Ferrari, hasta la temporada 2012.
Otro de los nubarrones económicos que oscurece el futuro de la F1 atañe a los patrocinadores. La Unión Europea prohibe la publicidad de tabaco, el principal sponsor de muchas escuderías como Ferrari o Renault, a partir del próximo 1 de agosto. La medida ya está movilizando al sector. Por ejemplo, McLaren cambiará la marca West a partir de esa fecha por la de Johnnie Walker. Mientras los abogados buscan resquicios legales, Ecclestone programa cada vez más carreras fuera de Europa. Ya piensa incluso en un gran premio en la India a partir de 2007.
Los otros españoles de la F1
La figura de Fernando Alonso lo abarca todo. Sin embargo, el mundial que arranca el domingo en Melbourne (Australia) contará con más presencia española que la del asturiano.Marc Gené, antes en Williams, será el primer conductor español que se suba a un Ferrari. Eso sí, lo hará como conductor probador. Su misión será hacer miles de kilómetros para probar neumáticos y demás aspectos técnicos del monoplaza y luego transmitir esa información a los dos pilotos oficiales: Michael Schumacher y Rubens Barrichello.También participará en algunas de las sesiones de entrenamientos. El piloto catalán, debido al accidente de sufrió Ralf Schumacher, ya participó en dos carreras del mundial el año pasado.La misma labor que Gené tendrá Pedro Martínez de la Rosa. En su caso será la sombra de Räikkönen y Montoya en McLaren Mercedes.