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Déficit

El Gobierno argentino asegura que la adhesión al canje de deuda superará el 70%

El ministro del Interior de Argentina, Aníbal Fernández, ha confirmado que el canje de la deuda del país sudamericano, que finalizó el pasado jueves, ha obtenido 'entre el 70% y el 80%' de adhesión por parte de los acreedores'. En declaraciones a Radio Diez, de Buenos Aires, Fernández calificó al mayor proceso de refinanciación realizado hasta ahora como 'la mejor negociación de la historia', que lleva a Argentina a 'salir definitivamente' de la suspensión de pagos, declarada a finales de 2001.

Por su parte, el titular de la Caja de Valores de Argentina, Luis Corsiglia, precisó que la propuesta de reestructuración fue acogida por un 75% de los acreedores de bonos, de acuerdo con cifras oficiales preliminares. Las cifras finales sobre el canje, destinado a reestructurar 81.800 millones de dólares en títulos en mora, se darán a conocer el próximo miércoles o jueves. Según Corsiglia, los datos preliminares indican que la propuesta obtuvo una adhesión 'del 97% a escala local y de un 65% a escala internacional'.

De confirmarse estos rocentajes, el trueque argentino, logrará una adhesión muy por encima de las expectativas del Gobierno de Néstor Kirchner y de los comités de acreedores que se opusieron a la quita. El presidente argentino ya predijo el viernes un 'buen resultado'.

El canje de deuda, que se ha extendido a lo largo de las últimas seis semanas, no sólo quedará para el recuerdo por la elevada suma en juego sino también por la magnitud de la quita ofrecida por el Gobierno de Kirchner, del 68% en términos reales. En las últimas reestructuraciones de países emergentes, como Rusia y Ecuador, la rebaja había rondado el 35%. El ministro de Economía, Roberto Lavagna, alega que la fuerte reducción se justifica por la capacidad de pago del país, que deberá asumir un ahorro fiscal inédito para cumplir con la nueva deuda y carecerá de acceso a los mercados internacionales de créditos por unos años. Pese a la reestructuración, el pasivo de la tercera economía latinoamericana supondrá más del 80% del PIB. En los recientes canjes de otros países, la aceptación había superado el 90%.

La opción de quedarse con los bonos viejos

Aceptar una quita del 68% puede parecer un mal negocio y además contribuir a sentar un precedente negativo para otros países tentados de reducir su deuda. Sin embargo, la opción de quedarse con los bonos viejos constituye una vía compleja que, según el Gobierno, no sirve para recuperar ni un peso de lo invertido.Si el canje hubiese sufrido una baja participación, Argentina quizá hubiera terminado padeciendo una presión del FMI, el G-7 y los tenedores de bonos para que aumenten la oferta. Pero dada la alta adhesión, esto difícilmente ocurra.Por lo tanto, la única alternativa de los que rechazaron la propuesta consiste en recurrir a los tribunales para exigir el pago del 100% de lo adeudado.

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