La Bolsa sufre su peor semana en medio año al caer un 1,36%.
El mercado ha entrado en la fase de corrección que algunos analistas esperaban desde hace días, y la semana pasada se ha cerrado como la peor desde el mes de agosto al perder la Bolsa un 1,36%.
El mercado ha entrado en la fase de corrección que algunos analistas esperaban desde hace días, y la semana pasada se ha cerrado como la peor desde el mes de agosto al perder la Bolsa un 1,36%. Un balance maquillado, en todo caso, con el comportamiento del Ibex en la sesión de ayer, en la que el mercado subió un 0,93% y evitó males mayores.
En la mejora del viernes no influyó la corrección al alza del PIB de Estados Unidos en el último trimestre, de siete décimas, puesto que los parqués ya habían arrancado la semana con ganancias. Fue la mejora de los mercados de Estados Unidos en el último tramo de la sesión del jueves lo que salvó la jornada, en una repetición de la jugada vivida del martes al miércoles.
Puesta la comunidad financiera a buscarle razones a los recientes descensos, la más plausible se encuentra en el alza en la rentabilidad de los bonos, vinculada a las mayores perspectivas de inflación. æpermil;stas, a su vez, han sido espoleadas en los últimos días por el alza en el precio del petróleo, que ha regresado a la zona de máximos.
Estos factores, en todo caso, no han hecho sino acelerar o detonar los acontecimientos. La caída de la Bolsa y la subida en los tipos de interés a largo plazo tienen una buena parte de corrección de los niveles anteriores, en los que el optimismo desprendido por la renta variable resultaba incompatible con unos tipos de interés a largo plazo en zona de mínimos. El movimiento en la deuda, asimismo, ha condicionado la corrección en los mercados, más acusada en los sectores expuestos a tipos de interés a largo plazo, como eléctricas o autopistas,
El dinero, sobre todo institucional, que días atrás apuraba cualquier subida para apuntarse plusvalías, ha asumido fácilmente la esperada corrección, y digiere sin problemas sustos como el de Repsol. El volumen de negocio, por el contrario, sí ha notado el enfriamiento.
Se cierra la brecha con Europa
El inversor español estaba mal acostumbrado. El hecho de que el Ibex marcase mejores números que otros índices europeos, se relataba en los comentarios bursátiles sin atisbo alguno de sorpresa, con el mismo tono con el que se avisa de la llegada de la primavera el 21 de marzo. Sin embargo, en las últimas semanas esta brecha se ha ido cerrando paulatinamente, tanto que el Ibex 35 sube en febrero menos que el Euro Stoxx 50, y el balance de 2005 está en la zona media de los índices europeos. En plazos de un año las cosas vuelven, en todo caso, a lo acostumbrado. El Ibex avanza el 15% respecto al 6,2% del Euro Stoxx 50.Es razonable que la ventaja comparativa del mercado español, sea por composición sectorial o por otros factores, no sea permanente. Pero sí llama la atención que este fenómeno se haya dado justo cuando, en el arranque de 2005, buena parte de los expertos señalaba que el Ibex tenía ventaja respecto al resto de Europa gracias a Latinoamérica.