Las estrellas del fútbol de EE UU, inversores de lujo
Asante Samuel, defensa de los New England Patriots, acaba de cobrar un plus de 122.500 dólares de la Liga Nacional de Fútbol americano (NFL) por ayudar a su equipo a ganar tres partidos, entre ellos la Super Bowl. '¿Cómo me lo voy a gastar? Tengo claro que lo voy a invertir'', afirma Samuel, de 24 años, tras la Super Bowl, donde los Patriots derrotaron a los Philadelphia Eagles. 'Soy un tipo de inversiones inmobiliarias'.
Hace 10 años, los jóvenes jugadores solían fundirse los cheques en regalos, o eran víctimas de fraude, aseguran los propios deportistas de la NFL. Hoy, los jugadores de la Liga, cuyo sueldo medio supera los 1,3 millones de dólares, acuden a asesores financieros, consultores fiscales y planificadores inmobiliarios, muchos de ellos controlados por el sindicato de jugadores, e invierten en bonos y negocios a través de firmas como Merrill Lynch.
'Ves que actúan de forma inteligente, reciben asesoramiento de personal cualificado y están aprendiendo', dice Troy Vincent, de 33 años, jugador de los Buffalo Bill, que preside el sindicato de jugadores de la NFL. Vincent posee participaciones en una constructora, un balneario y el proveedor de servicios financieros Eltekon Financial LLC.
El cerebro de los New York Giants, Kurt Warner, de 33 años, invierte en propiedades inmobiliarias, acciones y fondos de inversión. 'Quiero el menor riesgo posible', asegura.
'Esta es la época de los empresarios', dice Vincent, que tiene inversiones en bonos y pagarés del Tesoro, así como acciones de Wal-Mart Stores y Motorola.
Dre Bly, de los Detroit Lions, de 27 años, dice que a principios de su carrera gastó mucho en joyas y coches de lujo. Ahora es uno de los 100 clientes de la NFL de Steve Piascik, contable público certificado y fundador de Piascik & Associates. 'El objetivo para mi jubilación es poder mantener mi nivel de vida actual y enviar a mis hijos a la universidad sin tener que trabajar de nuevo', afirma Bly. 'Quiero ingresos más seguros con los que poder contar cuando mi carrera se haya acabado'.
Asesores como J. Hodge Brahmbhatt, de Merrill Lynch, y Femi Shote, de Asset Harvest Group, dicen que los jugadores tienen que ser conservadores en sus inversiones hasta el final de sus carreras. 'Tienen que asegurarse de que no vuelven a ser pobres', afirma Shote, que tiene 18 clientes de la NFL.
Brahmbhatt, que gestiona fondos para 34 jugadores de la NFL, dice que invierte el 80% del capital en lo que él denomina inversiones 'ultraconservadoras' como bonos convertibles y bonos municipales con grado de inversión. 'La mayoría de los deportistas viven para gastar dinero', dice Brahmbhatt. 'Estamos intentando que piensen en crear riqueza para sus hijos y sus nietos'.
No era extraño hace 10 años oír a un jugador estrella de la Super Bowl hablar de coches, joyas para su novia o vacaciones de lujo al explicar en qué gastaba su dinero, dicen Vincent y otros jugadores. 'En cuanto alguien oye que te ha llegado el cheque, el teléfono empieza a sonar con asesores, familia, amigos... y todos tienen una idea excelente sobre cómo deberías gastarlo', dice Vincent.
Entre los consejos que Steve Piascik da a los jugadores figuran: que ahorren entre un 33% y un 40% de su ingreso anual bruto; que archiven recibos para deducciones fiscales relacionadas con el trabajo y que establezcan su residencia en uno de los nueve Estados sin impuestos sobre la renta, como Florida o Texas.