Los arquitectos creen insostenible el ritmo de edificación de casas
El actual ritmo de producción de viviendas de España, que desde 2001 se sitúa en torno a las 600.000 y en 2004 superó las 757.000, 'es insostenible', según asegura el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos. Este colectivo advierte de los riesgos que puede suponer mantener tal aumento de la oferta.
Ni el rápido crecimiento demográfico protagonizado por España en los últimos años, ni las excelencias de nuestro país como destino turístico, y ni siquiera la suma de estos dos factores a la bonanza económica actual explica, según los arquitectos, que desde 2001 se estén construyendo cada año del orden de 600.000 nuevas viviendas.
'Con un incremento del número de hogares de aproximadamente unos 240.000 cada ejercicio, pese a lo que se comenta del número de divorcios y del peso en el mercado de los inmigrantes, es insostenible mantener el nivel de actividad actual', explicó ayer el presidente del Consejo, Carlos Hernández Pezzi.
'Esta situación no se puede soportar, ya que se está construyendo una tipología de vivienda muy cara, en una cantidad ingente y de las que muchas no se van a poder ocupar por quienes más las necesitan, por lo que consideramos que es urgente hacer una reflexión profunda de la situación', añadió Hernández Pezzi durante la presentación de los datos de visados de vivienda relativos al cuarto trimestre de 2004.
El presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España no dudó en advertir que existe un alto riesgo de que se produzcan graves desequilibrios si esta coyuntura se prolonga mucho más en el tiempo.
Medidas urgentes
'No quiero pintar un escenario catastrófico, pero sí recordar que ese fenómeno que se está produciendo de numerosos padres comprando vivienda para sus hijos frena la movilidad laboral y no evita que tengamos los índices de emancipación más altos de toda Europa', explicó Hernández Pezzi.
Asimismo, aseguró que muchos de los compradores que siguen entrando al mercado lo hacen basados exclusivamente en la expectativa de que los precios no van a bajar y recordó que eso no es cierto, en especial si se produjera o una crisis económica de calado o un drástico cambio de tendencia en la actividad del sector turístico. 'Podríamos encontrarnos con un ingente patrimonio inmobiliario vacío e inútil, cuyo valor se ha desplomado', dijo.
También recordó que aunque hay muchos inmigrantes que están comprando vivienda con los precios actuales, 'éste es un colectivo al que se debería prestar atención para evitar situaciones de marginalidad en algunas zonas de las grandes ciudades'.
Para lograr una desaceleración del actual proceso, el presidente del Consejo propone a las distintas administraciones la adopción de medidas urgentes capaces de equilibrar el mercado. Entre ellas, sugiere la reforma de la financiación local, el fomento del alquiler y un nuevo modelo de plan de vivienda, ya que el actual 'ha caducado'.