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Buen Gobierno

La SEC estudia retrasar los plazos para las empresas extranjeras

Las autoridades de EE UU están estudiando dar un año más a las empresas extranjeras que cotizan en los índices estadounidenses para que puedan adaptarse a las exigencias de control requeridas por la ley Sarbanes-Oxley. La SEC prevé tomar una decisión a finales de este mes.

Las repetidas quejas de las grandes empresas europeas que cotizan en los mercados estadounidenses están dando sus frutos. La SEC, la autoridad regulatoria de los mercados en EE UU, está estudiando ampliar el plazo para que las empresas no estadounidenses adapten sus sistemas de control interno contra el fraude a las exigencias de la ley Sarbanes-Oxley.

El retraso que está estudiando una comisión de la SEC puede suponer que las empresas no estadounidense no cumplan con las condiciones de la sección 404 hasta 2006, según informa The Financial Times.

Esto significaría que las corporaciones extranjeras no tendrían la obligación de dar información detallada sobre sus sistemas de control interno hasta la publicación de sus informes a principios de 2007. El calendario oficial, sin embargo, contempla que esta información esté disponible a partir del próximo mes de julio.

La decisión definitiva de la SEC no se conocerá hasta finales de este mes, pero lo que parece claro es que este retraso tiene el apoyo de Willian Donaldson, el presidente de la institución.

Hace un mes, Donaldson en una visita oficial al Reino Unido hizo público su compromiso para hacer más flexibles las normas de los mercados estadounidenses a las empresas extranjeras ante las continuas presiones y quejas de las grandes marcas europeas.

Y parece que está dispuesto a cumplir con su palabra. Las empresas europeas reclamaban esta ampliación de los plazos, entre otras razones, porque están centrando los esfuerzos de este año en adaptase a las normas internacionales de contabilidad.

La opinión de otros responsables de la SEC es que si finalmente la comisión determina que es pertinente un retraso, que al menos este tiempo adicional sea aprovechado para que las compañías realmente se pongan al día con la documentación exigida y testen sus controles internos.

Los más críticos encuentran que esto supone una marcha atrás en el control del fraude, pero en una entrevista con The New York Times, Donaldson, insiste en que no se trata de dar la vuelta al péndulo del celo regulatorio sino de ajustar las normas a la experiencia en cuanto a su cumplimiento que se ha tenido hasta ahora.

No obstante, el presidente de la SEC se ha mostrado muy favorable a que se saque adelante una regulación que otorgue más poder a los accionistas a la hora de plantear su descontento ante los consejos de las empresas, algo a lo que se oponen virulentamente los principales empresarios de EE UU.

La norma de la que había varios borradores acabó en el cajón del olvido y pese a la voluntad a favor expresada por Donaldson por desempolvarla, aún no hay planes de volverla a considerar.

Presiones internas para relajar las normas

Las multinacionales europeas no son las únicas que han estado presionando a la SEC. Algunas asociaciones de empresas de EE UU y en buena medida una Casa Blanca muy atenta a las quejas, han estado presionando al Willian Donaldson para relajar la aplicación de algunas de las normas que nacieron tras los escándalos empresariales.La Cámara de Comercio incluso ha presentado una demanda para frenar una regulación con la que se obliga a tener un presidente independiente en los fondos de inversión.Los grupos empresariales se han empeñado en resalta que Donaldson, un republicano, rompe el empate entre los dos comisarios republicanos y los dos demócratas que son los responsables de los asuntos de gobierno corporativo, poniéndose del lado de los mas duros, es decir, de los demócratas.

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