El PIB modera su crecimiento por la leve desaceleración del sector de la construcción
Ligeros cambios en la estructura de la demanda interna. La inversión en bienes de equipo empieza a mostrar signos de recuperación
El Indicador Sintético mensual Eriste-5Días aproxima la evolución del ciclo-tendencia del PIB español. Según la evolución reciente de este indicador, mantenemos una previsión de crecimiento del 2,8% para el cuarto trimestre de 2004 y del 2,7% para el conjunto del año pasado. Para 2005 seguimos esperando un aumento en torno al 2,8% del PIB. Las primeras previsiones para 2005 apuntan a la estabilidad de los ritmos de crecimiento del PIB o a una suave aceleración en este comienzo de año. Por el lado de la actividad, la desaceleración de la construcción se compensa con la leve mejoría de la industria y los servicios, mientras que por el lado de la demanda, la desaceleración de la inversión en construcción y la peor marcha del sector exterior están siendo contrarrestadas por un robusto consumo interno y la inversión en bienes de equipo.
La demanda doméstica continuará siendo el principal referente de crecimiento. No obstante, el patrón de crecimiento de la demanda interna está cambiando. La inversión en bienes de equipo está tomando poco a poco el papel de la inversión en construcción y ya es evidente el cambio de tendencia en las dos rúbricas de demanda. Por su parte, los indicadores de consumo privado se mantienen creciendo a tasas elevadas y, si bien podría perder ritmo, nada indica que esto se vaya a producir bruscamente. El sector exterior ha empeorado en el último tramo de 2004, lo que llevará a que las exportaciones netas resten 1,3 puntos al crecimiento del PIB en 2004 y hasta siete décimas en 2005. Este comportamiento negativo de la demanda exterior de bienes y servicios está influido por el mayor crecimiento de la demanda interna española que la de nuestros socios comerciales.
Los tipos reales se mantendrán muy bajos
Respecto a la evolución de los tipos de interés, aunque esperamos que se eleven ligeramente en los próximos meses (más en Estados Unidos que en Europa), se mantendrán relativamente bajos (incluso negativos) en términos reales (descontada la inflación), por lo que tendrán consecuencias poco profundas sobre la solvencia y decisiones de gasto de familias y empresas españolas.Esta circunstancia, la más que probable continuidad de unos tipos de interés significativamente bajos, es una de las claves que sigue explicando la fortaleza de la demanda interna, en especial, la inmobiliaria. Así, por el contrario, las cinco subidas de tipos decretadas por el Banco de Inglaterra han contribuido significativamente a enfriar la demanda de casas en el Reino Unido, cuyos precios han pasado de crecer un 18% a apenas el 9%.