Primera semana de descensos en el último mes
La semana que ahora termina ha resultado bastante plana para la Bolsa española, pero aún así ha cerrado con un descenso acumulado desde el lunes pasado que supone la primera caída semanal en el último mes. El balance semanal para el Ibex es de un 0,18% a la baja, después de que el viernes cerrara con una leve caída del 0,16% que situó al índice por debajo de los 9.600 puntos, concretamente en los 9.570,1.
La semana ha estado marcada por los discursos del presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan ante el Senado y el Congreso estadounidenses. Greenspan ha insinuado que seguirá la política de subidas de tipos que inició en junio de 2004, aunque observa un crecimiento aceptable de la economía estadounidense y una inflación controlada.
La oscilación de la Bolsa española ha sido contenida, aunque han predominado los cierres a la baja. El Ibex , que recuperó la cota de los 9.600 el martes, ha coqueteado con ese nivel a lo largo de las tres sesiones siguientes, pero ha sido incapaz de asentarlo, al menos de momento.
La semana ha tenido dos episodios dignos de reseña. El primero de ellos, la renuncia de Sacyr Vallehermoso ha hacerse con una participación importante en BBVA. La inmobiliaria, que aduce la politización excesiva de la operación, ha ganado en Bolsa un 7,3% esta semana, en la que ha sido la mayor subida del Ibex. Metrovacesa con una subida del 5,82%. BBVA por su parte ha perdido un 1,64% de su valor en Bolsa.
El otro episodio a destacar ha sido la fusión de Terra con Telefónica, con una canje de dos acciones de la segunda por cada nueve de la primera. Telefónica acumula un descenso del 1,18% desde el pasado lunes mientras que Terra gana un 1,57%.
Por lo demás, las compañías cotizadas siguen presentando resultados, algunos extraordinariamente buenos como los de Arcelor, que ha multiplicado casi por 10 su beneficio. La acción ha ganado un 2,25% esta semana.
Francia emite deuda a 50 años
El Estado francés emitirá la semana que viene cerca de 3.000 millones de euros en bonos a 50 años, en la que será la primera emisión de duración tan larga que haga alguna de las siete naciones más industrializadas del mundo.La demanda de bonos a muy largo plazo por parte de los fondos de pensiones está creciendo en virtud del aumento de la esperanza de vida de la población. Las carteras se están ajustando a periodos de inversión más largos y con poca volatilidad.Francia ha sido el primer país en hacer una emisión de estas características, pero podrían seguirle en breve otros como Italia o Alemania. En Estados Unidos también se está planteando volver a emitir bonos a 30 años, activo que se abandonó en 2001.El rendimiento del bono francés a 50 años podría situarse entre cuatro y cinco puntos básicos por encima del bono a 30 años, que actualmente rinde cerca del 4,13%.