Oposiciones más acordes a cada puesto
El metódico mundo del opositor se agita. La reciente publicación del Real Decreto de Oferta de Empleo Público 2005 (BOE de 8 de febrero), en el que, además de las 26.623 plazas ofrecidas por las Administraciones para este año, se recogen directrices para los procesos selectivos, ha reabierto el debate sobre las pruebas de acceso a las Administraciones. El motivo de la controversia ha sido concretamente el artículo 4 de este decreto, en el se señala textualmente que 'las pruebas y programas selectivos deberán orientarse a la selección y evaluación de habilidades y aptitudes asociados a los puestos de trabajo que se vayan a desempeñar, de forma que se fomente la realización de los ejercicios de carácter práctico, los test psicotécnicos o de aptitud y los cursos selectivos y disminuya el peso de las pruebas basadas en la exposición memorística'.
La redacción de este artículo, que no entra en precisiones sobre cómo serán los exámenes, ha llevado a interpretar que se reduce el nivel de exigencia de conocimientos para ser funcionario y que será más fácil entrar en la administración con un simple test psicotécnico. Puestos de trabajo vitalicios, jornadas continuadas, permisos, licencias, excedencias, interesantes retribuciones y otros alicientes de trabajar para el sector público ¿sin sacrificios ni interminables horas de estudio?
Nada más lejos de la realidad, replican tanto desde el Ministerio de Administraciones Públicas como desde los centros especializados en la preparación de oposiciones. La persona que decida opositar ha de tener claro que tendrá que seguir hincando los codos. Claro que más o menos según el grupo o cuerpo al que pretenda acceder.
El secretario general para la Administración Pública, Francisco Velázquez, explicó ayer a Cinco Días que 'lo que se pretende es que las pruebas sean más racionales y más ajustadas a los perfiles profesionales que se demandan. En los últimos ocho o diez años, se han apoyado en exceso en los aspectos memorísticos y lo que queremos es ir introduciendo aspectos más prácticos y racionales para evaluar a los candidatos. Se trata de utilizar técnicas más modernas de selección y más adecuadas a las necesidades al perfil de cada puesto de trabajo'.
El secretario general recuerda que las Administraciones contratan desde cocineros y servicios de limpieza hasta abogados del Estado. 'Lógicamente, en los cuerpos más altos seguiremos primando el nivel del conocimiento de temario y es imposible eludir los aspectos memorísticos'. Pero reflexiona: '¿No es mejor que en un cocinero se evalúe su habilidad para hacer una tortilla más que sus conocimientos de derecho administrativo?'.
Aun así, que nadie se relaje este año porque los cambios se irán introduciendo de forma muy paulatina y aunque se prevé reducir temarios e introducir pruebas prácticas en algunos cuerpos, siempre se hará de forma combinada con las clásicas pruebas orales y memorísticas. Además, a la hora de plantear los exámenes 'se tendrá en cuenta que hay colectivos que llevan años preparando sus temarios. Y no se desaprovecharán esos conocimientos', asegura Velázquez.
'Los test psicotécnicos y las pruebas prácticas para demostrar la idoneidad de las personas siempre han estado presentes en los criterios de selección', señala Ángela de las Heras, jefa de Estudios del Área de Oposiciones del Centro de Estudios Financieros. 'No creemos que cambie radicalmente el sistema, es normal que, según las tareas que se vayan a realizar rijan otros principios de capacidad, además de la memoria', explica. En la actualidad ya hay muchas oposiciones en las que se introducen pruebas de carácter práctico. En otras, como la carrera judicial, fiscal o secretarios judiciales prácticamente sólo se tienen en cuentan las pruebas orales.
Jesús Leonés, responsable del sindicato AGE de la Federación de Servicios Públicos de UGT, afirma que 'es positivo que los exámenes se adecuen a los puestos de trabajo y no consistan únicamente en memorizar y cantar un temario. Que sólo apruebe el que tiene una memoria privilegiada es injusto. Veremos a ver en qué se concretan las intenciones del Gobierno'.
Para los cuerpos más altos seguirá primando lo memorístico
Bolsa de trabajo y Becas
Para escuelas y sindicatos de funcionarios, las novedades legislativas más importantes se refieren a becas y a la bolsa de empleo más que a los criterios de selección. De hecho, la legislación vigente ya recoge 'la conexión entre el tipo de pruebas a superar y la adecuación a los puestos de trabajo', señala Paloma Miña, de la escuela Adams. Los principios de igualdad, mérito y capacidad seguirán presidiendo estos procesos.
l La oferta de este año incluye una bolsa de trabajo para reducir los plazos de incorporación de personal temporal o interinos. Así, se elaborarán listas con aquellas personas que aunque no hayan aprobado el proceso selectivo hayan superado algunas pruebas. Las listas serán públicas y la selección se hará por la puntuación obtenida. Se agiliza así la cobertura de necesidades de personal.
l Las becas previstas se dirigen fundamentalmente a funcionarios que quieran presentarse a promoción interna. Las ayudas dependerán de las disponibilidades presupuestarias de cada departamento y van desde la formación, apoyo y preparación de material hasta eximirles algún tiempo de sus responsabilidades para preparar los exámenes.
Cuenta atrás para la hora de la verdad
La publicación en el BOE de la oferta de empleo público abre para los opositores un tiempo de trámites administrativos para enfrentarse a la 'hora de la verdad': los exámenes.La oferta recoge la relación de plazas para este año. Las convocatorias son individuales para cada cuerpo y se suelen publicar durante abril y mayo. Se desencadena así el proceso selectivo de una oposición. Su publicación determina el plazo para presentar la solicitud de admisión a los exámenes (20 días naturales) y se especifica el programa, los distintos tipos de ejercicios y otros requisitos, además de las indicaciones para presentar la instancia y las tasas. Al mes y medio de haber finalizado el plazo de presentación de instancias se publica la lista provisional de admitidos y excluidos y se abre un plazo de 10 días para subsanar errores. Con la lista de admitidos se publica la fecha del primer ejercicio.El plazo desde la fecha de la convocatoria hasta el inicio del primer ejercicio suele ser de dos o tres meses como máximo, con lo que suele ser antes de julio. Antes de que acabe 2005, los nuevos efectivos toman posesión de sus plazas.