La Bolsa de Nueva York, garantía de estabilidad
La Bolsa de Nueva York (NYSE) contraataca en su batalla particular contra la mayor plataforma electrónica del valores del mundo, el Nasdaq. En su revista de febrero, el NYSE publica a bombo y platillo los resultados de un estudio realizado por el organismo supervisor de los mercados de valores estadounidenses, la SEC, que refleja cómo 91 compañías que cotizaban en el Nasdaq y se han pasado a la Bolsa de Nueva de York han visto reducida su volatilidad nada menos que un 64%.
'La volatilidad transitoria refleja las desviaciones a corto plazo de los precios de las acciones, respecto a su valor objetivo. Bajo un análisis riguroso, el estudio encontró que la volatilidad transitoria se redujo de media un 64% cuando las compañías se mudaron a la Bolsa de Nueva York', explica el boletín.
En una gráfica comparativa se ve cómo, cuando se introduce una orden de compra en el Nasdaq, el precio siempre varía al menos en 10 puntos básicos sobre la cotización teórica a largo plazo de dicho valor. Las oscilaciones son mucho más fuertes en los primeros minutos, cuando la desviación puede superar los 20 puntos básicos. En el caso del NYSE, la diferencia sobre el precio teórico a largo plazo se mantiene siempre estable sobre los seis puntos básicos.
'No son nuestras cifras, son cálculos hechos por la propia SEC', puntualiza uno de los portavoces del NYSE. 'Pero en cualquier caso, se ve cómo la volatilidad es siempre mucho mayor en el Nasdaq', añade. En análisis de la SEC se realizó en diciembre y se basa en compañías que han cambiado de mercado entre abril de 2001 y enero de 2004.
Otro informe conducido por la Universidad de Stanford concluye que la histórica Bolsa de Nueva York, fundada en 1.792, 'es capaz de aportar liquidez tanto en los buenos como en los malos tiempos, al contrario de lo que el informe llama mercados satélites'.
El caso de Regis Corporation
La revista incluye como caso ilustrativo el de la firma de peluquería Regis Corporation, que tras su cambio de índice logró duplicar su volumen de negociación hasta un promedio superior a 200.000 acciones al día.
'En la Bolsa de Nueva York no experimentamos la misma volatilidad en los días de baja negociación que sufrimos en el Nasdaq', afirma Kyle Didier, vicepresidenta financiera de Regis.
Pero un vistazo a la trayectoria de esta compañía revela que, quizá, el ejemplo no es el más afortunado. En los últimos doce meses, Regis se ha movido en una horquilla de 38,5 hasta los 46,7 dólares. Este año, además, está siendo de infarto. A comienzos de enero llegaron a negociarse en un sólo día cerca de 2,5 millones de acciones y la cotización está embarcada una espiral descendente, con un retroceso acumulado en el año superior al 13%. La aventura de Regis Corporation en el NYSE no parece, de momento, una historia feliz.
La Bolsa de Nueva York lucha por recuperar su credibilidad, dañada con el escándalo Grasso. En septiembre de 2003, el presidente Richard Grasso fue forzado a dimitir, tras hacerse público que sus beneficios salariales ascendían a nada menos que 150 millones de dólares. Recientemente se ha sabido que su asistente personal se embolsaba unos 240.000 dólares al año y uno de sus chóferes, una suma de 130.000 dólares. Nasdaq ha aprovechado la crisis de NYSE para presentarse como paradigma de transparencia y ha lanzado iniciativas como la dejar su plataforma a otros operadores electrónicos. Todo ello, con el objetivo de comer terreno al NYSE, un territorio que la Bolsa dirigida ahora por John Thain no está dispuesta a ceder.