Adiós a la caza del zorro a la antigua usanza
La campiña británica fue ayer escenario de la última cacería de zorros con perros, antes de la entrada en vigor a las cero horas de hoy de su prohibición en Inglaterra y Gales, que deja atrás tres siglos de historia y una larga batalla parlamentaria y judicial. Escocia ya había ilegalizado esta práctica en febrero de 2002. Con sus chaquetas rojas, botas y gorras negras, montados a caballo y acompañados por sus perros, los cazadores dijeron adiós a este deporte campestre, disfrutado en origen por reyes, príncipes, nobles y buena parte de la clase terrateniente de ese país.
Los miembros de varios clubes de caza se reunieron ayer para disfrutar paso a paso el ritual de una partida, desde el encuentro en un pub local para tomar whisky o vino caliente hasta que el sonido de una trompeta diera inicio a la cacería. Entre esas reuniones está la de unos 200 miembros del club del duque de Beaufort, uno de los más antiguos, que se dieron cita en Hullavington Wiltshire (sudeste de Inglaterra), según Efe. Al príncipe Carlos de Inglaterra y a su prometida, Camilla Parker Bowles, se les ha visto en este lugar muchas veces. El propio Príncipe de Gales participó el martes en su última cacería antes de la prohibición en lo que se interpreta como una manifestación de apoyo a este deporte.
La prohibición fue aprobada el año pasado tras diversas vicisitudes por una mayoría abrumadora de los Comunes, pero la Cámara de los Lores la bloqueó, por lo que los primeros recurrieron a la poco utilizada Ley Parlamentaria de 1949 para hacer prevalecer la voluntad democrática sobre la de una Cámara no electa. Los defensores de este secular y sangriento deporte perdieron el miércoles su última batalla ante la ley. Los tres jueces lores que integran el Tribunal de Apelaciones de Reino Unido calificaron de legal la utilización por el Parlamento de la ley de 1949 y rechazaron el recurso presentado por la llamada Alianza del Campo.
La prohibición dejará sin trabajo a miles de personas, según la Alianza del Campo. Esta práctica deportiva da empleo directamente a unas 8.000 personas que cuidan a los sabuesos y caballos utilizados en las cacerías, e indirectamente a otras 17.000. Se calcula que genera anualmente ingresos de más de 200 millones de euros.
La Alianza del Campo, que aglutina a los partidarios de continuar esa práctica, cuenta con las simpatías de numerosos aristócratas, pero también de muchas personas que residen en las áreas rurales y que viven directa o indirectamente de ese deporte.
Esta asociación está planeando protestas a escala nacional. Está por verse qué rigor usará la policía para hacer cumplir la ley. Las multas pueden ser hasta de 5.000 libras (7.200 euros). La comunidad de cazadores no va a recibir la ley pasivamente. 'Habrá unas 200 salidas de caza el fin de semana después de la prohibición', señaló Jill Grieve, portavoz de la Alianza del Campo, a Bloomberg. 'El plan es burlarse de la ley'. 'Interpretamos esta prohibición como una medida temporal', asegura Grieve. 'Lo importante es preservar las tradiciones de la caza hasta que se rechace la ley'.
La ley, sin embargo, no afecta a la caza del zorro con arma de fuego, pero prohíbe también la persecución con perros de ciervos, así como las carreras de liebres perseguidas por caminos.
Los británicos han estado hablando de lo positivo y lo negativo de la caza durante largo tiempo. La cita más famosa sobre el tema -la caza del zorro es 'lo innombrable en persecución de lo incomible'- es un legado de Oscar Wilde, que murió en 1900, lo que atestigua cuánto tiempo lleva candente este debate.